PORTADAVeracruz

Campos de San Pablo Coapan se visten de naranja

Época de cosecha de la flor de cempoalxóchitl ha llegado


 Por: Itzel Sandoval

Durante el mes de octubre los campos de San Pablo Coapan del municipio de Naolinco se visten de naranja, la razón es el cultivo de la flor de cempoalxóchitl, conocida como cempasúchil.

Terrenos que regularmente son para el cultivo de maíz, frijol o cualquier otro producto del campo, lucen completamente naranjas con el crecimiento de esta flor que es ampliamente solicitada porque se utiliza durante los festejos de Días de Muertos, también denominado Todos Santos.

Tiene más de tres décadas que los pobladores de esta comunidad, ubicada a tan sólo 23 kilómetros de la capital veracruzana, decidieron sembrar esta flor para uso personal, pero al ver la producción de la misma, optaron por comercializarla.

El campo de la zona es generoso, por lo que sólo se debe tener fe y sembrar en el tiempo justo para que la flor esté lista para su corte a partir de mediados de octubre.

El cempasúchil es de “aguante”, como lo refieren los productores, pero puede ser dañada con la presencia constante de lluvias o la llegada de los vientos otoñales que la derriban y, por tanto, no es de utilidad para su comercialización.

Aunque este año se han registrado lluvias, éstas no han sido fuertes, por lo que en los terrenos prevalece el color naranja que suele ser más atractivo con los reflejos del sol.

Desde la entrada al pueblo se pueden apreciar los sembradíos repletos de flores, algunas de ellas abiertas en su totalidad y otras a mitad del proceso.

Visitar los terrenos en los que se cultiva esta flor, no sólo es un regocijo para la vista, sino también para el olfato, pues el espacio es perfumado con el olor característico de esta planta.

Sin importar el tamaño de los terrenos, estos son un escenario perfecto para tomar fotografías, hacer tomas de video o realizar alguna obra de arte.

Es por ello, que la comunidad se ha convertido en punto de referencia y visita no sólo de los veracruzanos, sino de artistas, fotógrafos y representantes de los medios de comunicación de otros estados.

Las imágenes que ahí se pueden captar son sorprendentes, por lo que algunas son utilizadas como publicidad, para archivo o como parte de la experiencia de los artistas que buscan tener registro de tan magnífica vivencia.

Aunque el corte principal inicia el 26 de octubre, pues la flor tiene amplia demanda a partir del día 29, en algunos terrenos esta actividad comenzó desde esta semana.

 

 

TRES DÉCADAS CULTIVANDO LA FLOR  

Por más de tres décadas Agileo Rojas Hernández se ha dedicado a producir la planta de cempasúchil, producto que, aunque es de temporada, algunos años le ha dejado recursos para el sostén de su familia.

Agileo debe esperar alrededor de cuatro meses para ver el fruto de su trabajo, pues es el tiempo que tarda la flor en cosecharse.

Explicó que en julio pasado hizo el vivero, durante agosto se realizó el trasplante y durante septiembre se llevó a cabo la limpieza del terreno para que la flor pudiera cortarse.

Mencionó que siembra en una hectárea, la cual puede vender hasta en 4 mil pesos en caso de que el precio esté “bueno”, pues de lo contrario sólo se recuperará lo invertido.

“Le hacemos cuentas para que le quede a uno cuando menos unos mil 500 pesos porque lo que se lleva de gastos es considerable”, dijo.

Para poder realizarse la siembra se guardan algunas plantas que se utilizan como semillas, pues al secarse se desbaratan y se riegan en el terreno esperando que llueva en los días seguidos para que nazca rápidamente.

Tras ello, sólo queda esperar y confiar en que el terreno sea fértil para que las plantas pronto nazcan y puedan ser comercializadas.

UN POCO DE HISTORIA

Según la leyenda, la flor de cempasúchil representa la historia de amor de Xóchitl y Huitzlin, quienes todos los días subían a lamontaña dedicada a Tonatiuh para ofrecerle un ramo de flores.

En ese sitio fue donde se juraron amarse por siempre bajo cualquier circunstancia, incluso la muerte.

Cierto día, la guerra llegó y Huitzilin, que era guerrero, tuvo que separarse de su amada para defender las tierras aztecas. Al paso del tiempo, Xóchitl recibió la noticia de que su enamorado había muerto.

Afectada por un profundo dolor, la mujer pidió al dios Tonatiuh que la librara de su sufrimiento y la reuniera con su amado.

El dios del sol, agradecido por las ofrendas que los jóvenes llevaban a su montaña, decidió cumplir la petición: dejó que sus rayos cayeran sobre Xóchitl, en el momento en que su piel se iluminó, la chica se transformó en una flor de color amarillo intenso, como la luz del mismo sol.

Luego de estos hechos, un colibrí se posó en el centro de la flor, por lo que la historia dice que se trataba de la reencarnación de Huitzilin, por lo que, al hacer contacto con la planta, ésta abrió sus 20 pétalos liberando un aroma intenso.

Siguiendo la orden de Tonatiuh, el amor de los dos jóvenes aztecas permanecerá mientras haya colibríes y flores de cempasúchil (cempoal-xóchitl, veinte-flor) en los campos mexicanos.

 

 

Deja un comentario

Back to top button
A %d blogueros les gusta esto: