OPINIONES

La Inversión Extranjera Directa, un voto de confianza para México

Por: Mgter. Edgar Acosta Morteo


Para realizar un ejercicio de evaluación sobre los saldos de una gestión de gobierno, se debe observar con lupa y no con un mazo en la mano para enjuiciarlo todo. Por esta razón, es que también hay que reconocer lo que se hizo bien a lo largo de la gestión que está por terminar en 8 semanas más.

De esta manera, se debe señalar que un gobierno debe asumir la responsabilidad de ser garante de las condiciones para el crecimiento de las inversiones del país.

Aunque la distribución de la riqueza siga siendo un pendiente no solo de esta administración, sino de la realidad de los mexicanos a través del tiempo, hoy México cuenta con cifras históricas respecto a Inversión Extranjera Directa que han tenido un impacto positivo, por lo menos en algunas regiones del país.

Dentro del Plan Nacional de Desarrollo, que como sabemos, es la hoja de ruta del gobierno, y ha sido el documento que ha servido para evaluar entre lo que se programó y lo que realmente se hizo, se encuentran muy claras las posturas ante los retos económicos que debía enfrentar el país. Muchas de estas formas de
abordar los temas económicos se plasmaron partiendo de la opinión y necesidades de la sociedad, mientras que otras fueron decisiones consensadas con las cámaras, organizaciones y bajo la opinión de expertos.

Dicho lo anterior, se puede decir que varias decisiones tuvieron un carácter popular y otras una composición más ideológica.

Dentro de la meta IV “México Próspero” del PND se encuentran frases o partes de este discurso oficial como las siguientes:

“Debemos impulsar, sin ataduras ni temores, todos los motores del crecimiento”.

En la frase anterior, se puede observar el carácter imperativo de la misma, así como la forma inclusiva de ser comunicada, lo cual, habilita la acción del gobierno con el respaldo de todos y con la apertura necesaria para impulsar los motores de crecimiento.

“El crecimiento económico no es un fin en sí mismo, sino un medio para propiciar el desarrollo, abatir la pobreza y alcanzar una mejor calidad de vida para la población”.

En este primer párrafo de la meta IV se puede observar algo que a simple vista pudiera parecer una simplicidad, pero no lo es. En esta frase, se observa una función de hacer saber una verdad universal, explicando como el desarrollo se alcanza a través del crecimiento. Al mismo tiempo, se muestra una función
motivante, la cual dice que para poder abatir la pobreza y alcanzar una mejor calidad de vida, se requiere primero buscar el crecimiento del país.

¿Quién podría estar en contra de abatir la pobreza y tener mejor calidad de vida?…seguramente nadie. Es así como se logra que un fin común, justifique los medios.

Para que una nación logre el crecimiento económico necesario para alcanzar el desarrollo, requiere entre otras cosas, confianza en sus instituciones, estabilidad macroeconómica, un marco regulatorio eficiente e inversiones tanto de nacionales como de extranjeros.

En este sentido, dentro de los objetivos, estrategias y líneas de acción para lograr un “México con Responsabilidad Global” y un “México Próspero” dentro del PND, se definen tareas enfocadas a lograr que México siga siendo un país atractivo para atraer inversiones del resto del mundo.

¿Cuáles han sido los resultados? Y más específicamente ¿Se logró atraer más inversiones extranjeras a lo largo del sexenio?

De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, las inversiones extranjeras totales durante el sexenio de Fox ascendieron a 144,373.1 millones de dólares y en el gobierno de Felipe Calderón, fueron de 154,404.9 mdd. Haciendo un corte a junio de 2018, el gobierno de Enrique Peña Nieto ha logrado la cifra 190,133.3
mdd de Inversión Extranjera Directa. Lo anterior, quiere decir que se ha logrado un 32% más que en el sexenio de Vicente Fox y un 23% más que en el sexenio de Calderón.

La dependencia con nuestros dos aliados del Norte, Estados Unidos y Canadá, representa más del 55% de las Inversiones que llegan al territorio nacional. Otras naciones que tienen un nivel de participación considerable en las inversiones Extranjeras son España, Japón, Alemania, Reino Unido y Francia.

En cuanto a los estados de la república que captan el mayor número de estas inversiones son: CDMX, Estado de México, Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas, Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes y Baja California. Es claro que el centro y norte del país son las regiones que mayores beneficios obtienen de las inversiones extranjeras y sigue siendo el sur del país la región que no cuenta con las condiciones de crecimiento y desarrollo.

El veredicto final en cuanto a los saldos de Peña en materia de atracción de inversiones extranjeras es POSITIVO. Ahora existe un reto muy grande para la siguiente administración, el cual consiste en reducir esa brecha para el crecimiento económico entre el México del centro- norte y el México del sur. Por otra parte,
enfocar esfuerzos para atraer inversiones de aliados distintos a los que tenemos en el nuevo acuerdo USMCA, sería óptimo para reducir los grados de dependencia.

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