Hace 497 años cayó Tenochtitlán después de una defensa férrea de sus habitantes que durante algunos meses padecieron falta de alimentos y agua, además de ser víctimas de enfermedades.
La ciudad cayó por la tarde, según historiadores, y no fue ocupada sino hasta varios meses después a causa de la gran mortandad y la peste.
Un poema escrito en náhuatl refiere:
“Ve ahí donde enterraste el corazón de Copil y vas a ver un águila devorando una serpiente, porque en tanto que perdure el mundo, no acabará, no terminará la gloria, la fama de México-Tenochtitlan”.