A pesar de que se cierran las puertas, Dios vuelve a venir
Por: Mario Rafael León
Roberto Reyes Anaya, párroco de la Catedral de Xalapa, aseguró que la Navidad debe hacer reflexionar a todos acerca de las palabras del apóstol San Juan, quien dice que Dios vino a su casa y los suyos no lo recibieron “porque su casa no es solamente el cielo, sino también la nuestra, la casa de los hombres, nuestro mundo”.
Durante la homilía de la misa de Navidad, el sacerdote aseguró que el misterio que se celebra este 25 de diciembre es que Dios vuelve a estar con el ser humano y lo llena de alegría por medio de una palabra hecha persona: Jesús.
“Es curioso que se siga celebrando todos los años con mucho regocijo, satisfacción, devoción y ternura este día en que Dios vino a su casa pero que muchas veces se le sigan también cerrando las puertas. Cuando San Juan habla de que no lo recibimos, no sólo habla de las puertas de Belén, sino también de las puertas de nuestras casas, de nuestras ciudades, de toda nuestra historia humana, de las puertas de nuestro corazón y espíritu que es a donde él quiere venir a vivir”, aseveró el sacerdote.
Comentó que es deseable que no pase a menudo el no recibir a Dios y que se debe tomar en cuenta que Dios viene de muchas maneras y no es recibido, pero que a pesar de que muchas veces se le han cerrado las puertas muchas veces también la Navidad es una fiesta de esperanza.
“A pesar de que a este niño le hemos dado con la puerta en la frente, él no se ha ido para siempre sino que ha querido volver a nuestra casas porque no es un Dios que se enfada tan pronto con nosotros; él ha vuelto a llamar y volverá a llamar en nuestra casa todos los días”, aseveró.
