México

“Mi ex no aceptó que no regresara”

Esmeralda Millán, una víctima de un ataque con ácido en México que permanece impune, los cómplices de su agresor siguen libres


Cuatro meses después de que decidió terminar su relación, Esmeralda Millán, una joven de 24 años, fue víctima de un ataque con ácido que le desfiguró rostro, cuello y pecho de por vida.

Iba saliendo de mi casa con mi mamá y fue que me atacaron tres hombres; iba mi ex pareja con ellos”, relata en entrevista.

“Fue porque yo no quise regresar con él, porque ya me había separado de él, ya tenía cuatro meses de separada, pero él no aceptó que yo ya no quisiera regresar con él y fue por eso que me hizo esto”.

Originaria de Puebla, Esmeralda acudió esta semana al Senado por invitación de legisladores que impulsan una iniciativa para reforzar las sanciones contra los agresores que ataquen con ácido a mujeres.

El victimario de Esmeralda fue encarcelado, pero sus dos cómplices están prófugos.

La joven advierte que la atención médica que requieren las víctimas como ella es muy especializada y costosa.

Cuesta demasiado porque a mí me hacen falta como cuatro cirugías, más el trasplante de córnea.

“A mí me está costando mucho con lo doctores porque no me están dando el tratamiento adecuado. Tenía cita hace 15 días y, como no vino el doctor, me la cambiaron para dentro de dos meses y no sé cómo vaya mi procedimiento ni nada”, lamenta.

El senador del PRI Eruviel Ávila presentó este miércoles un punto de acuerdo en el que exhorta a la Secretaría de Salud a brindar a las víctimas de ataques con ácido atención médica prioritaria y urgente.

También demandó que se garantice que los tratamientos médicos, estéticos, reconstructivos y psicológicos que se requieran se proporcionen de manera gratuita en los centros de salud u hospitales más cercanos de las víctimas.

Esmeralda pide que haya más vigilancia en las calles para intervenir de manera urgente en caso de un ataque como el que padeció.

“Tan sólo cuando pasó mi accidente, aunque había personas pasando nadie te quiere ayudar. Aunque te vea tirada, porque ya no podía respirar por el ácido, no te ayuda la gente, por lo mismo de que ya hay mucha delincuencia. Ya no confía la gente para ayudarte”, indica.

Con grandes anteojos oscuros y un cubrebocas, objetos que le ocultan prácticamente todo el rostro, Esmeralda llama a los hombres a recapacitar sobre cómo se relacionan con las mujeres.

“Sean más humildes, porque, al final de cuentas, vienen de una mujer, que se den cuenta para no hacerle tanto daño a una mujer, porque nadie, ni hombre o mujer, merece lo que me está pasando”, dice.

Fuente: Debate

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