Persiste un “secuestro” de ese instituto político por parte de un grupo de personas aviesas, afirma
Por: Mario Rafael León
Antonio Benítez Lucho informó que ha tomado la decisión de no participar en la elección que habrá de renovar la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional; considera que no existen garantías que permitan dar certidumbre legal al proceso por no cumplirse muchos de los principios fundamentales de una elección.
Mediante un documento en el que expone sus razones, Benítez Lucho manifiesta que el pasado cuatro de marzo, en el marco del 90 aniversario del PRI, hizo hincapié que en Veracruz, persiste un “secuestro” de ese instituto político por parte de un grupo de personas aviesas y que afirmó que sólo participaría en el proceso de renovación de la dirigencia si se establecían reglas claras, equitativas y precisas.
Expresa que el proceso de renovación de la dirigencia del PRI en Veracruz es una farsa perversa y que la necedad del Comité Ejecutivo Nacional y las trampas de siempre del Comité Directivo Estatal parecen tener como propósito entronizar al ente bizarro llamado burlonamente PRIAN.
Puntualiza que el padrón con el que se pretende llevar a cabo el procedimiento no se encuentra vigente, pues los registros más actualizados son de 2014; y lo mismo sucede con la información de las estructuras territoriales a través de los Comités Municipales y de las Secciones, que son obsoletos. Además, indica, al lanzarse la convocatoria, no se hace público el padrón electoral para que pueda ser validado y actualizado, y más aún cuando la Comisión Estatal será quien elabore el padrón de votantes, que es factible acomodar a modo para inclinar la balanza a favor de alguien en particular.
“Parece evidente que algunos miembros de Comité Directivo Estatal y el árbitro de la contienda, ya han tomado partido por una de las fórmulas en forma desleal y en desapego a la justicia electoral. Quienes han sido señalados de viciar el proceso, son los mismos que dictaminan, certifican y opinan sobre los requisitos que son solicitados para participar en la contienda”, manifiesta.
Antonio Benítez Lucho señala que desde el inicio del proceso electoral, los participantes desconocen todas las reglas fundamentales que integran el marco del procedimiento que les permita el acceso al mismo con la seguridad de que no han sido trastocados algunos de los derechos que les asisten y que considera que el presente proceso electoral no se está desarrollando con mesura, compromiso y responsabilidad; es decir, hace falta todo aquello que exige la sociedad.
“Por estas razones, mi dignidad me pregunta si el intento que hago de colaborar en poder edificar un PRI renovado, que pueda reconquistar la confianza ciudadana valdrá la pena y lamento darme cuenta que mi duda nace de la inexistencia de voluntad de los grupos poderosos de priistas para cambiar hacia el futuro político de nuestro país, que demanda la transparencia y exige la rendición de cuentas, y que si no iniciamos desde dentro en este proceso nuestra vocación de transparencia y compromiso con los ideales que dieron origen a nuestra organización, jamás podremos cambiar y volver a ser la gran fuerza política que siempre fuimos”, finaliza.
