Con la misa de la Cena del Señor inicia el triduo pascual
Por: Mario Rafael León
Esta tarde de jueves, el arzobispo de Xalapa presidió la misa de la Cena del Señor durante la cual rememoró el lavatorio de pies de Jesús a sus discípulos para mostrarles que él llegó al mundo para servir.
La escena vista en la Catedral de Xalapa ofreció un testimonio de la vocación al servicio del mundo y de la Iglesia que tienen los fieles, la escena resaltó la gran importancia que tiene el servicio al prójimo.
El arzobispo Hipólito Reyes Larios dijo que con la misa de la Cena del Señor da inicio el triduo pascual de la semana mayor, que es la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
El prelado escenificó la escena en la que Jesús lavó los pies de sus discípulos con lo cual quiso decir que la grandeza de todo cuanto existe no reside en el poder y en el sojuzgar a otro, sino en la capacidad de servir y que al darse dicho servicio se da gloria a Dios.
Queda clara también la misión de la Iglesia en el mundo que es la de servir. “Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros” (Jn 13, 15) La Iglesia siguiendo el ejemplo de Cristo está al servicio de la humanidad. Por tanto todos aquellos que forman la Iglesia están llamados a servir a los que lo rodean.
Si se vive con profundidad la ceremonia, el creyente se dará cuenta de que Cristo se pone al servicio del Padre para salvar al hombre ofreciendo su propia vida como rescate. Con el “también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros” Cristo confiere en especial a ese grupo de discípulos conocidos como apóstoles su propia misión, especialmente el consagrar el pan y el vino en su Cuerpo y Sangre para la remisión de los pecados al decir “haced esto en memoria mía”. Es en este momento en el que Cristo designa a este grupo como sacerdotes; es decir, instituye el sacerdocio. Cada uno de estos hombres a partir de este momento es copartícipe de la misión de Cristo: salvar al hombre por medio de la entrega total al servicio de Dios.
Éste es otro de los grandes dones que en el primer Jueves Santo Dios hace a la humanidad. Cristo desde entonces ha escogido y preparado a una serie de hombres para que siguiendo el ejemplo de Cristo se pongan al servicio de Dios para salvar a la humanidad, impartiendo los sacramentos por Dios instituidos (especialmente la Eucaristía) y guíen con la vivencia de su sacerdocio al pueblo de Dios por el camino de la salvación.
