-México

Mostró la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac la inmensa ternura de su amor materno

El arzobispo de Xalapa dio a conocer el mensaje de los Obispos de México


Compadecida de la situación de opresión y desesperanza de los más necesitados, Santa María de Guadalupe sintió la necesidad de acudir en su ayuda, de traerles la gracia salvadora de su hijo Jesucristo y por ese motivo bajó presurosa al Cerro del Tepeyac donde mostró a Juan Diego y en él a todos nosotros la inmensa ternura de su amor materno, dijo Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa, durante la homilía celebrada en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.

“Sus milagrosas apariciones han sido el instrumento para que la bendición de la fe en Jesucristo llegara con asombrosa rapidez a grandes núcleos de nuestras poblaciones indígenas y mestizas. Nuestra Señora de Guadalupe constituye el principio y fundamento de nuestra patria mexicana y de nuestra unidad nacional”, dijo.

Este martes siete, 10 mil peregrinos de las 87 parroquias de la Arquidiócesis de Xalapa efectuaron la tradicional peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe, ubicada en la Ciudad de México.

Durante la homilía, el prelado dio a conocer el mensaje de los Obispos de México, reunidos en la CVII Asamblea Plenaria en la cual hacen suyas las angustias del país, que sigue sufriendo violencia, inseguridad, pobreza, inequidad, incertidumbre política, deterioro ambiental y desigualdad social. “Al mismo tiempo, nos alienta la esperanza de un cambio integral a partir de nuestra fe, de la familia y de una educación con valores humanos y cristianos”, dijo.

Manifestó que inspirados por el Proyecto Global de Pastoral 2031+2033, que se está implementando progresivamente, centran su atención en cuatro ejes temáticos: jóvenes, protección de menores, formación del clero y migrantes.

Indicó que en lo que se refiere a los jóvenes, Jesús es el eterno joven y fuente de juventud permanente. “Es lo mejor que tenemos para ofrecer a los jóvenes que sufren soledad, falta de oportunidades, abandono, incomprensión y que, por ello, suelen buscar falsas puertas de salida como el suicidio, las drogas, el alcohol y ser presa fácil de grupos delincuenciales. Queremos ofrecerles nuestro acompañamiento cercano y brindarles los espacios necesarios, para que ellos sean los protagonistas del rejuvenecimiento de la sociedad y de la Iglesia”.

En protección de menores, el arzobispo de Xalapa dijo que Jesús se hizo niño y condenó enérgicamente cualquier abuso contra las niñas y los niños. Conscientes de los agravios cometidos contra ellos en diversos ambientes familiares y sociales, por parte de los obispos han pedido y seguirán pidiendo perdón. “No le restamos gravedad al delito y hemos implementado diversas medidas para evitar cualquier abuso y para protegerlos, medidas que seguiremos actualizando”, señaló.

En el tema formación del clero, Hipólito Reyes manifestó que Jesús es el Sumo Sacerdote y dedicó sus mejores tiempos a la formación de sus apóstoles, por lo que valoran y agradecen el testimonio silencioso de tantos sacerdotes, que diariamente desgastan su vida en el servicio al pueblo de Dios, y la entrega pastoral de los formadores en los Seminarios. “Queremos esforzarnos por ser padres y hermanos con ellos y acompañarlos en su formación inicial y permanente ante los desafíos del cambio de época”, aseveró.

En lo que se refiere a los migrantes, señaló que Jesús vivió la experiencia dolorosa de los migrantes y dijo que todo lo que se haga o deje de hacer por ellos se deja de hacer por Él. El fenómeno migratorio ha sido constante y generado por diferentes factores, pero hoy, ante las caravanas masivas y constantes de hermanos que huyen de la miseria y de la inseguridad, “reiteramos nuestra actitud de Iglesia samaritana, preocupada en la medida de lo posible de aliviar el dolor de los verdaderos migrantes y, al mismo tiempo, esperamos una política migratoria sin ambigüedades ni ingenuidad, en pleno respeto de los derechos humanos”.

El arzobispo de Xalapa indicó que los obispos del país invitan a todo el Pueblo de Dios a partir y compartir el pan de su propia vida ante los que sufren, asumiendo estas opciones que consideran prioritarias para que, en Cristo, la paz, México sea una expresión visible del amor de Dios Padre.

Celebró al mismo tiempo la beatificación de Concepción Cabrera de Armida, ejemplo de mujer, esposa, madre y apóstol.

“Pedimos a Cristo Resucitado que, al igual que a los discípulos de Emaús, nos abra los ojos para acompañar pastoralmente los desafíos que estamos viviendo, con la certeza de que Él vive y nos acompaña. Que el Espíritu Santo haga fecundos estos esfuerzos, para que seamos una Iglesia con entrañas maternas, a ejemplo de Nuestra Madre de Guadalupe”, aseveró.

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