MUNDO

Trump mantiene la presión militar e Irán advierte de “consecuencias devastadoras”

El presidente estadounidense anuncia que habrá “sanciones adicionales” contra Teherán y reitera que la opción militar sigue estando sobre la mesa


Irán ha advertido este sábado que responderá con firmeza a un eventual ataque de Estados Unidos o sus aliados. Un portavoz militar ha hablado de “consecuencias devastadoras” para los intereses de Washington en la región. La reacción se produce un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmara que había ordenado bombardear objetivos iraníes tras el derribo de uno de sus drones, pero que se había retractado 10 minutos antes para evitar víctimas.

El presidente Trump, por su parte, ha anunciado este sábado que impondrá “sanciones adicionales” contra Irán, con el objetivo de prevenir que el régimen de Teherán obtenga armas nucleares. “En algunos casos vamos despacio, pero en otros nos estamos moviendo con rapidez”, ha añadido, como único detalle del alcance de las nuevas sanciones.

En unas declaraciones ante los periodistas en los jardines de la Casa Blanca, Trump ha advertido de que la opción militar sigue estando sobre la mesa, apenas 24 horas después de que reconociera haber dado marcha atrás en el último momento, por razones humanitarias, a un ataque.

“Confío en que Irán sea listo y se preocupe por su gente”, ha dicho el presidente republicano, que ha anunciado que se dirigía a su residencia de descanso en Camp David, Maryland, a las afueras de Washington, para “hablar sobre Irán”. “Es importante volver a empezar con Irán, hacer a Irán grande de nuevo”, ha dicho, en un guiño a su popular eslogan de campaña.

La agencia de noticias iraní IRIB ha informado también de que Teherán ejecutó en los últimos días a un antiguo contratista del Ministerio de Defensa condenado por espiar para la CIA. Jalal Hajizavar, que había dejado su puesto hace nueve años y fue condenado por un tribunal militar tras una investigación que descubrió documentos y equipos de espionaje en su casa, fue ejecutado en la prisión de Rajai Shahr, en la ciudad de Karaj, sin que hayan trascendido más detalles.

“Al margen de las decisiones que tomen [los responsables de EE UU], no vamos a permitir que se viole el territorio de la República Islámica. Estamos listos para hacer frente a cualquier amenaza contra la integridad territorial”, ha reiterado este sábado el portavoz de Exteriores, Abbas Mousavi, en una entrevista con la agencia iraní Tasnim.

Sus palabras se han visto reforzadas poco después por unas declaraciones del portavoz del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Abolfazl Sherkarchi, alertando de que “cualquier error de Estados Unidos, o sus aliados, sería como disparar contra un barril de pólvora” que arrasaría la región. “Disparar una bala contra Irán tendrá consecuencias devastadoras para los intereses de Estados Unidos y sus aliados en la zona”, ha amenazado.

Sus palabras, que también ha difundido Tasnim, dan a entender que, en caso de verse atacado, Irán recurrirá a los grupos armados que apadrina en Oriente Próximo. Esa posibilidad, que los analistas ya han barajado, pudo haber pesado también en la decisión de Trump de abortar la operación de represalia que había ordenado.

Las Fuerzas Armadas iraníes tal vez no sean un enemigo a la altura de la maquinaria militar estadounidense. Pero más allá de su entrega patriótica, cuentan con la baza de protegidos regionales que les darían ventaja en un contexto de guerra asimétrica. Desde el Hezbolá libanés hasta los rebeldes Huthi de Yemen, pasando por las milicias iraquíes o el régimen sirio, la Guardia Revolucionaria (un ejército paralelo mejor dotado que las fuerzas convencionales) ha cultivado diferentes niveles de relación con todos aquellos grupos afiliados con la “resistencia a EE UU” y, en caso de necesidad, esperaría su ayuda.

Irak teme más que nadie esa posibilidad, ya que en su territorio hay desplegados varios miles de fuerzas estadounidenses que, como sucediera durante la ocupación que siguió al derribo de Sadam Husein, podrían convertirse en blanco de las milicias entrenadas y armadas por Irán. De hecho, la Aviación norteamericana se ha visto obligada a desmentir que esté evacuando a contratistas y parte del personal de la base aérea de Balad, al norte de Bagdad, después de que circularan informaciones en ese sentido.

Mientras, Arabia Saudí interpreta que esa asistencia ya está en marcha a través de la intensificación de los ataques Huthi contra su territorio en las últimas semanas. Aunque la guerra de los saudíes contra los rebeldes yemeníes tiene otro origen, el actual repunte ha coincidido con los sabotajes a los petroleros en el mar de Omán, de los que tanto Washington como Riad responsabilizan a Irán. Teherán rechaza esas alegaciones y asegura que se trata de una operación para desprestigiarle.

De nuevo esta mañana, la coalición militar que dirige Riad ha informado de que su fuerza aérea había interceptado y destruido dos drones lanzados por los rebeldes desde la provincia de Saná, “dentro de espacio aéreo yemení”. Hace un mes dos de esos aparatos no tripulados causaron daños a unas instalaciones petroleras en el centro de Arabia Saudí. La semana pasada un misil Huthi causó 26 heridos al alcanzar la terminal del aeropuerto internacional de Abha.

En otro signo de las implicaciones regionales de la crisis actual, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní ha convocado este sábado al encargado de negocios de Emiratos Árabes Unidos en Teherán por el asunto del dron estadounidense. Según datos revelados por los militares iraníes, “el aparato salió de una base de EE UU en Emiratos”. Este país es un importante aliado no solo de Washington, sino de Riad, junto a cuyo Ejército interviene en Yemen para restaurar al presidente que los Huthi echaron del poder.

Por su parte, el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, ha colgado este sábado en su cuenta de Twitter el trazado por satélite de la ruta seguida por el dron de EE UU derribado, y en el que se aprecia que el avión espía RQ-4 Global Hawk estuvo dentro del espacio aéreo iraní durante gran parte del trayecto. Zarif, incluso, muestra los puntos en los que el Ejército iraní intentó ponerse en contacto con el aparato y sus operadores para desactivar la situación. El mapa exhibe con un marcador de color rojo el lugar exacto donde el dron fue derribado: a 15 kilómetros de la costa sur de Kouh e Mobarak, en la provincia de Hormozgán, y dentro de sus aguas territoriales.

El Ministerio de Exteriores británico ha anunciado que el secretario de Estado para Oriente Próximo, Andrew Murrison, visitará el domingo Irán para abordar con altos funcionarios la situación en el Golfo. Murrison pedirá una “desescalada urgente” de la crisis y trasladará la preocupación de Londres por el papel de Teherán en la región y su amenaza de dejar de respetar el acuerdo nuclear con el que el Reino Unido sigue totalmente comprometido”, ha expresado en un comunicado Exteriores. 

Fuente: EL País.

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