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Xiqueñada llamó a miles a disfrutar de la fiesta

Reportaron cuatro heridos y una menor de edad desmayada


Por: Mario Rafael León

El saldo oficial de la xiqueñada es de cuatro heridos que inmediatamente fueron llevados al servicio de urgencias, poco después los heridos se reportaron fuera de peligro y se reintegraron a la fiesta.

Una menor de edad sufrió un desmayo y también fue atendida por los servicios de urgencia instalados a lo largo de la calle Hidalgo. La menor no ameritó hospitalización.

Apenas empezaba el espectáculo cuando con diferencia de unos siete minutos los toros elevaron por las alturas a dos hombres que se atrevieron a enfrentarlos.

Todas las gradas dispuestas a lo largo de la calle Hidalgo se llenaron desde muy temprana hora.

La xiqueñada reunió a miles de personas, según reportes, miles de personas llegaron provenientes de ciudades cercanas a Xico pero también de otros estados para no perderse el principal día de fiesta en honor a Santa María Magdalena.

A las 9 de la mañana Xico era ya un mar de gente. Todos los asistentes buscaban un lugar dónde instalarse para ver cómodamente y sin peligro la xiqueñada.

Como en otros años, la algarabía de la gente animó el encierro. Fueron varios toros correlones y bravos los que deleitaron a los asistentes a Xico este día.

Una y otra vez los astados fueron toreados por improvisados jóvenes previamente registrados ante las autoridades para verificar que ninguno estuviera alcoholizado. Ante la vista de todos, frente al palacio municipal, uno de ellos bailó frente al toro al ritmo de la música que no dejaba de sonar y logró esquivar las cornadas. Los gritos de celebración no se hicieron esperar.

Otro espontáneo mostró dotes de gran torero. Sin miedo, con aplomo, enfrentó a un toro color cobrizo que no dejó de buscar el cuerpo del hombre. Finalizó su faena esquivando como un profesional al toro ante un ¡aaaahhhhhhhhhh! al unísono y los aplausos interminables de la gente.

La xiqueñada estuvo llena de emoción este año. Durante dos horas, los toros de lidia dejaron ver su fortaleza y velocidad y los espontáneos su destreza para esquivarlos.

Antes del tiempo esperado, la xiqueñada fue suspendida debido a que a la calle Hildalgo se metieron personas no registradas a querer torear, acción que no se les permitió.

Fueron cerca de dos horas de algarabía, de aplausos y gritos ante las proezas de los espontáneos que arriesgaron su integridad física para deleitar a la gente y ofrecer espectáculo.

Al término de la xiqueñada, los presentes inundaron la calle Hidalgo en busca de un lugar dónde comer o dónde tomar un refresco o una cerveza mientras llegaba la hora de la tradicional corrida de toros.

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