El ataúd que contiene los restos del Cardenal es una caja sencilla de madera con un crucifijo al frente
Por: Mario Rafael León
Los restos mortales del Cardenal Sergio obeso Rivera llegaron a las escalinatas de Catedral a las 2:28 horas de este lunes. La carroza fúnebre fue escoltada por vehículos en donde viajaban sus familiares y por patrullas de la Policía Municipal y de la Secretaría de Seguridad Pública.
El cuerpo fue recibido por decenas de católicos que esperaron pacientemente en el edificio religioso desde que se enteraron de la muerte del purpurado.
El momento fue muy emotivo, pues se escuchaban las campanas de Catedral con su toque de difuntos; además, en el momento en que sacaron el féretro de la carroza fúnebre un coro comenzó a cantar: “El Señor es mi luz y mi salvación/ el Señor es la defensa de mi vida…”.
Roberto Reyes Anaya, párroco de la Catedral, fue el encargado de recibir los restos mortales de Don Sergio Obeso Rivera y lo condujo junto con otros sacerdotes hasta el lugar preparado expresamente para ello, frente al altar.
El ataúd que contiene los restos del Cardenal es una caja sencilla de madera con un crucifijo al frente, descansa sobre el suelo porque así lo pidió el Cardenal en su testamento; está rodeado de flores blancas y amarillas entre las que dominan los geranios.
Los aplausos no se hicieron esperar como muestra del gran cariño y afecto que siempre se le tuvo a Don Sergio, En ese lugar de Catedral, los fieles podrán despedirlo desde la hora en que llegó hasta mañana martes a las 12 del día en que se celebrará una eucaristía.
Los restos mortales del cardenal serán depositados en la parte posterior de donde descansa San Rafael Guízar y Valencia, al lado de los obispos Francisco de Paula Suárez, José Ignacio Suárez Peredo y Bezares, San Rafael Guízar y Valencia, Manuel Pío López Estrada y Emilio Abascal y Salmerón.
Antes de la llegada de los restos mortales de Don Sergio Obeso Rivera a la Catedral de Xalapa, el arzobispo Hipólito Reyes Larios, presidió una eucaristía en favor de su eterno descanso.
Dijo en la homilía que Don Sergio era hombre honrado a carta cabal, incapaz de tomar lo ajeno, con mucha capacidad de relación, de fácil palabra, con el chiste siempre en su boca y con la picardía mexicana a cada instante.
En la homilía, Hipólito Reyes Larios recordó que cuando doña Estela Rivera estaba embarazada, los médicos le dijeron que no podía dar a luz al niño, a Don Sergio Obeso, porque si ello sucedía ella moriría. Consultó entonces a un médico creyente y a un sacerdote que era su confesor, quien le dijo que no debía abortar y que así nació Don Sergio aunque su mamá estuvo como cuatro meses sin poder caminar.
“Hay personajes que estuvieron a punto de ser abortados, pero al nacer y crecer resultan grandes personajes como lo han sido Juan Pablo II, Cristiano Ronaldo y Andrea Bochelli, quienes junto con Don Sergio Obeso Rivera han demostrado ser grandes seres humanos”, aseveró.
El féretro con los restos mortales de Don Sergio Obeso Rivera es una caja de madera sencilla, con una cruz tallada al frente. Frente al altar, se colocó una pintura en la que se observa una imagen de Don Sergio Obeso con su atuendo de arzobispo y con rostro sonriente.
Los ornamentos colocados sobre el ataúd son el palio arzobispal, el bonete y pectoral cardenalicios y un crucifijo, todos pertenencias de él. También se colocaron las banderas de México y de El Vaticano por ser un mexicano que pertenecía al clero de Roma por ser Cardenal.
