Veracruz encabeza a nivel nacional la incidencia de dicho mal
Por: Mario Rafael León.
La Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado exhorta a la Secretaría de Salud y a la Coordinación General de Comunicación Social ambas del gobierno del estado así como los ayuntamientos de la entidad a que promuevan acciones orientadas a combatir y erradicar la enfermedad de chagas que ocasiona la chinche besucona en perjuicio de la sociedad veracruzana.
Dichas acciones deberán realizarse por medio de campañas de concientización en los medios televisivos, radiofónicos y plataformas sociales, indica el acuerdo publicado en la Gaceta Oficial del estado.
En dichas acciones deberá considerarse que la sociedad tenga información acerca de esta enfermedad, que se instruya cómo identificar al insecto que provoca el mal, que se difundan los síntomas comunes de la enfermedad y que se promuevan medidas de limpieza en viviendas y patios para prevenir la proliferación de la chinche besucona.
El 18 de julio de este año, por acuerdo de la LXV Legislatura del Congreso del Estado, se turnó a la Junta de Coordinación Política el anteproyecto de punto de acuerdo mediante el cual se exhorta a la Secretaría de Salud y a la Coordinación General de Comunicación Social así como a los ayuntamientos de la entidad para que promuevan acciones orientadas a combatir y erradicar dicha enfermedad.
El anteproyecto fue presentado por la diputada Rosalinda Galindo Silva y a él se adhirieron los diputados integrantes de los grupos legislativos de los partidos Morena y Acción Nacional.
Al respecto, la autora del anteproyecto expresa que Veracruz encabeza a nivel nacional la incidencia de dicho mal, que es causado por la picadura de un insecto conocido como “chinche besucona”, “chinche picuda” o “chinche hocicona”, entre otros nombres, que se alimenta de sangre humana, pero también de la sangre de animales domésticos como perros y gallinas.
Esta enfermedad infecta órganos y tejidos y puede adherirse (sic) también mediante donación de sangre, trasplante de órganos infectados o consumo de alimentos o bebidas contaminadas con las heces de la chinche besucona, así como de forma congénita, “es decir, una madre puede transmitir la enfermedad durante la gestación y el parto”.
Los síntomas del mal pueden pasar inadvertidos por años, pero la enfermedad provoca graves consecuencias en órganos como el corazón o en el aparato digestivo, lo que en la mayoría de los casos se detecta hasta la fase crítica o la muerte.
Por lo tanto, la calidad y expectativas de vida de las personas infectadas dependen de la detección temprana de la enfermedad, lo que “hace necesario que se realicen campañas de difusión que concienticen a la ciudadanía en general”, principalmente en las zonas rurales, para dar a conocer las medidas preventivas que se recomiendan y la importancia de la revisión médica oportuna.
