Necesario pasar a la reflexión y a la respuesta colaborativa en la construcción de la paz
Ante los recientes episodios violentos en Culiacán y otras comunidades del país, como Michoacán y Guerrero, los obispos de México ofrecen su oración y expresan su solidaridad a las personas que resultaron heridas y a las familias de las víctimas.
Estos acontecimientos provocan naturalmente temor, enojo y desesperanza. “Pero queremos pasar de estos sentimientos espontáneos a la reflexión y a la respuesta colaborativa en la construcción de la paz.
Exhortamos a quienes provocan violencia, muerte y sufrimiento a recapacitar, arrepentirse y convertirse”, manifiestan los obispos mediante un comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano firmado por Rogelio Cabrera López y Alfonso G. Miranda Guardiola, arzobispo de Monterrey y Presidente de la CEM, y Obispo Auxiliar de Monterrey y secretario general de la CEM, respectivamente.
Los obispos urgen a las autoridades a realizar un sobre esfuerzo que reduzca los desbordados índices de violencia que sufre gran parte del pueblo a lo largo del territorio nacional.
A todos los creyentes y personas de buena voluntad, indica el documento, se les invita a unirse para trabajar por la paz, venciendo toda rivalidad, confrontación e intereses particulares.
Como Iglesia Católica nos comprometemos a fortalecer y ampliar aún más las acciones pastorales que contribuyen al respeto de la dignidad de toda persona, a fortalecer las familias, la educación para la paz, la justicia social y ayudar a sanar a las personas y comunidades afectadas por la violencia”, manifiestan.
El documento invita a todos a ser sembradores de paz y esperanza, viviendo la justicia, el respeto, el diálogo, la colaboración y la reconciliación.
“Oremos todos juntos a Jesús, Príncipe de la Paz y a Nuestra Madre Santísima que nos asistan y fortalezcan en este compromiso”, concluye el documento.