-México

Con dolor y coraje se despiden de Guillermo en Badiraguato

Familiares y habitantes de este municipio exigen justicia para Guillermo y que se detenga al presunto agresor


Con dolor, indignación y la exigencia de que se haga justicia, le dieron el último adiós a Guillermo, el niño de 6 años que murió en el Hospital Pediátrico el pasado viernes tras haber permanecido en coma varios días.

Memito, como algunas personas le llamaban ayer en su funeral, ingresó al hospital el día 2 de noviembre por diversas lesiones que traía en varias partes de su cuerpo, sobre todo en su cabeza; tras revisarlo, personal del nosocomio consideró que sus lesiones podrían ser derivadas de violencia familiar, por lo que se reportó el caso a las autoridades correspondientes.

En un ataúd blanco yacía ayer el cuerpo inerte de Guillermo, el cual estaba vestido con un traje sastre y una camisa rosa. “Parece que está dormidito”, dijo una señora que se acercó para verlo por última vez.

Para algunos familiares no hay de otra: sufrió golpes por parte de una persona que convivía con su mamá, pero por una extraña razón ella no quiere decir qué sucedió. Por más que le preguntan, no responde; es como si no asimilara que su hijo está muerto.

Personas que conocieron a Guillermo lo describieron como un niño tranquilo, obediente y fue muy querido en el kínder.

Su corta vida no fue fácil, sufrió muchas carencias, hubo quienes aseguraron que en ocasiones lo vieron comer sólo tortillas duras y le compraban algo. Era huérfano de padre, y su madre no podía cubrirle todas sus necesidades, como vestido, calzado o buena alimentación. Nunca llevaba dinero para gastar en la escuela, y una maestra era quien siempre le echaba la mano y veía por él.

Era fácil hacerlo feliz, solo bastaba darle un regalo, por más pequeño que fuera, para que saltara de gusto. Uno de esos últimos momentos felices del niño fue cuando una de sus maestras le regaló un carrito.

Se cree que el niño vivió un infierno porque tenía golpes en todo su cuerpo, los que le provocaron fallas en diversos órganos, lo que terminó arrebatándole la vida.

El niño fue sepultado a pocos pasos de donde descansa en paz su abuelo paterno, Guillermo, quien falleció en días pasados.

En ese mismo cementerio también están los restos de su padre, dijeron algunos pobladores. Ahora el niño está junto a quienes tanto lo amaron.

Niños y adultos dejaron ir a Guillermo con aplausos y soltaron globos azules que vieron volar.

En Badiraguato hay un solo clamor: “justicia rápida para Memito”, que las autoridades detengan al presunto responsable y que recaiga sobre él todo el peso de la ley. También piden que las instituciones gubernamentales correspondientes vean la situación de sus hermanitos y que los apoyen con educación, despensas y una vivienda digna.

Fuente: Debate

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