-Veracruz

Moctezuma y Cortés se vieron por primera vez hace 500 años

El sitio del encuentro es la esquina de la calle República de El Salvador con la avenida Pino Suárez


Por: Mario Rafael León

El ocho de noviembre de 1519, hace 500 años, el conquistador español Hernán Cortés tuvo su primer encuentro con el emperador mexica Moctezuma Xocoyotzin.

De acuerdo con los datos históricos, el sitio del encuentro es la esquina de la calle República de El Salvador con la avenida Pino Suárez.

Actualmente, en ese lugar se encuentra el Templo de Jesús Nazareno (donde se dice que está sepultado el conquistador, a la izquierda del altar) y el antiguo Hospital de Jesús.

A 500 años de distancia, a Hernán Cortés se le considera como un símbolo del brillante y agudo genio militar en tanto que Moctezuma es recordado como un hombre cobarde que entregó sin resistencia un vasto imperio y ocasionó con ello una ola de invasiones coloniales que se extendieron por todo el hemisferio occidental.

Dos años después, el 13 de agosto de 1521, cayó la ciudad imperial azteca en poder de los españoles.

Los historiadores refieren que desde que Hernán Cortés llegó a la península de Yucatán, pero sobre todo a Veracruz, comenzó a escuchar relatos de historias fantásticas que hablaban de la existencia de una rica ciudad que pertenecía a un feroz pueblo guerrero y que tenía mucho oro, plata y piedras preciosas.

Mientras tanto, Moctezuma creyó que con la llegada de los españoles se cumplía la profecía del regreso de Quetzalcóatl para reasumir el liderazgo de su reino.

El camino hacia el altiplano desde Veracruz y las batallas que los españoles libraron en su camino son bien conocidas. El viaje que inició en la segunda quincena de agosto de 1519 en Cempoala terminó el ocho de noviembre cuando Hernán Cortés y su ejército ingresaron a México-Tenochtitlan por la calzada sur, ese ejército estaba integrado por un contingente aproximado de 400 españoles, cuatro mil tlaxcaltecas y guerreros aliados de otros pueblos, así como 16 caballos.

Moctezuma Xocoyotzin salió a recibirlo acompañado por decenas de nobles.

Bernal Díaz del Castillo describe a Moctezuma como un hombre de hasta 40 años, buena estatura, proporcionado, cenceño, pocas carnes, de un color no muy moreno sino con un color y matiz de indio, con el cabello no muy largo, sólo le cubría las orejas, barba negra y rala, rostro alegre, ojos expresivos que denotaban amor o menester de gravedad, pulido y limpio se bañaba cada tarde, nunca utilizaba su ropa más de un día; tenía muchas mujeres por amigas y dos cacicas por legítimas mujeres, pero era limpio de sodomías. Contaba con 200 principales en otras salas junto a la suya para atenderlo, quienes tenían que ir descalzos al visitarlo y dirigirse con las palabras: “Señor, mi señor, mi gran señor” sin darle la espalda y con la vista abajo.

Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano, además de militar exitoso, fue muy hábil creando alianzas con las poblaciones indígenas americanas, que no sólo le aportaron información y tropas, sino que además lo protegieron en los momentos de mayor debilidad.

Sus mayores hazañas fueron la conquista de México y el descubrimiento de California. Hernán Cortés es un personaje polémico ya que la historiografía española lo considera un héroe, mientras que ciertas posturas historiográficas americanas lo consideran responsable de matanzas indígenas que podrían considerarse genocidios.

Los dos hombres producto de su tiempo y de su circunstancia se encontraron hace 500 años en lo que ahora es la esquina de la calle de República de El Salvador y la avenida Pino Suárez. Ahí está el Templo de Jesús Nazareno y el antiguo Hospital de Jesús.

Medio milenio después, Federico Acosta y Ascanio Pignatelli, descendientes del emperador mexica Moctezuma Xocoyotzin y del conquistador español Hernán Cortés, respectivamente, se reunirán en el mismo sitio en que lo hicieron sus antepasados en un acto que busca aportar a la reflexión sobre los mexicanos actuales.

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