OPINIONES

Marihuana, la panacea convertida en pesadilla (II)

Por: Rafael Pérez Cárdenas


La iniciativa de legalizar el uso de la marihuana está muy lejos de ser un hecho aislado o la estrategia del gobierno federal para frenar la delincuencia y reactivar el campo. En todo caso, serán los propios narcotraficantes quienes se conviertan –por la buena o por la mala- en los nuevos productores legales, lo que no disminuiría la violencia y podría poner en riesgo el escaso patrimonio de pequeños productores y ejidatarios. Ese será debate en otro momento.

En una buena parte del mundo, impulsados por el mercado y el consumo de los estadunidenses, se está generando una nueva economía del cannabis. Hasta ahora, 14 estados en Estados Unidos han legalizado su consumo y Canadá ha lanzado el “Cannabis 2.0” con productos derivados como alimentos y bebidas. Los norteamericanos necesitan más mercado y parecen encontrarlo en México y Canadá.

Sin planeación y controles bien establecidos, la legalización del cannabis en México podría seguir el mismo camino del trasiego de armas: para los gringos será un asunto de mercado y dinero, mientras que a nuestro país le representará una nueva espiral de violencia. Los gringos quieren más consumidores, no más competencia.

A finales del año pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio al Senado una prórroga “única” para que, a más tardar a finales de su siguiente periodo ordinario de sesiones, ya tenga listo el marco legal para la venta y el consumo de marihuana en el país, una discusión que se prevé que se dé en medio de presiones de cabilderos de la iniciativa privada.

Según la resolución de la Corte, la complejidad del tema obligó a una prórroga del plazo respectivo, la cual vence el último día del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión –del 1 de febrero al 30 de abril de 2020-, con el objeto de que, al concluir dicho plazo, el Congreso de la Unión haya aprobado la legislación correspondiente”.

Hoy el dictamen ya circula entre los diputados y podría ser el tema central de la agenda del periodo legislativo que inicia en escasos diez días. Por esta razón, tirios y troyanos, legales e ilegales, nacionales y extranjeros, se frotan las manos ante lo que esperan sea la panacea económica.

Se estima que el país podría alcanzar en un año, la misma cifra de ventas que registró Canadá en cinco, debido a que tiene el doble de población y es uno de los principales productores de marihuana del mundo, después de Marruecos. Tan solo en 2016, México produjo alrededor de seis millones de toneladas, según datos de la UNODC, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Según el dictamen que será aprobado, la ley se propone establecer lineamientos generales para la regulación del cannabis en su siembra, cultivo, cosecha, producción etiquetado, empaquetado, promoción, publicidad, patrocinio, transporte, distribución, venta y comercialización, así como garantizar el derecho a pacientes con enfermedades de difícil tratamiento que puedan acceder a medicamentos con características que permitan mejorar sustancialmente su calidad de vida y bienestar.

Además, la iniciativa de ley reconoce expresamente el derecho humano al libre desarrollo de la personalidad, de tal manera que supone el reconocimiento del Estado sobre la facultad natural de toda persona a ser individualmente como quiere ser, sin coacción, ni controles injustificados o impedimentos por parte de los demás, con el fin de cumplir las metas u objetivos que se ha fijado, siempre y cuando no afecte el ejercicio del derecho de terceros.

En lo que respecta a la producción de cannabis para uso personal, la iniciativa de ley permite sembrar, cultivar, cosechar, aprovechar, preparar y transformar hasta veinte plantas de cannabis en floración, destinadas exclusivamente para uso personal en propiedad privada, siempre y cuando la producción de cannabis no sobrepase los 480 gramos por año y las personas hayan registrado sus plantas ante el Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis, en el padrón anónimo.

Falta ver si el Estado está preparado para afrontar las consecuencias en materia de salud –atención a las adicciones- y seguridad pública. Es posible que la panacea se convierta en pesadilla antes del primer toque.

Las del estribo…

  1. El Gobernador tiene el propósito de levantar el barco. En los últimos días ha mostrado un activismo inusual, en el que incluso realizó una larga jornada en la sierra de Soledad Atzompa donde fue retenido por los pobladores hasta entrada la noche. Realiza actividades sábados y domingos, distinto a un inicio de gobierno donde desaparecía por semanas enteras. Las razones son dos: este año inicia el proceso electoral y habrá de mantenerse en el cargo. Ojalá y le dure el entusiasmo.
  2. Resulta que en Coatzacoalcos y Orizaba reventaron los encuentros por la Igualdad y la No Discriminación organizados por la diputada local Mónica Robles para difundir el contenido de la reforma al código civil. La intolerancia y el fanatismo se vuelven a hacer presentes, sólo que ahora de la mano de los propios correligionarios, como acusó la legisladora al alcalde de Coatzacoalcos. Morena sigue lidiando con sus propias tripas.

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