* Señala ser acusado de robo de medicamentos y afirma que existe manipulación de evidencia, perjurio, conspiración y filtración de información de uso exclusivo del IMSS en su contra.
* Por auditarles la salida ilegal de medicamentos, jefes directivos buscaron la forma de quitarlo del camino para continuar sustrayendo material propio de la institución y derechohabientes.
Por: Oswaldo Ceballos
Veracruz, Ver. Serias anomalías y atropellos laborales son señalados por parte de un enfermero jefe de piso en el Hospital General de Zona número 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) los cuales llegaron a tal grado que fue removido de su puesto tras 14 años de antigüedad “donde me acusan, sin sustento, de robo de medicamentos cuando solamente lo solicito, entrego y enlazo a los siguientes turnos”, expone.
Lo anterior, se suma a las quejas hechas por otros trabajadores en contra del personal de confianza por distintas irregularidades. Acusan que han manipulado actas al personal para chantajearlos y “no decir nada”.
El ahora extrabajador del IMSS, relata lo sucedido, de manera anónima para evitar más represalias en su contra.
“Me acusan de daño patrimonial cuando realmente no hay evidencia o prueba directa de dicha acusación, yo solicitaba el medicamento y la responsabilidad no recaía nada más en mí, yo era el encargado del turno, el problema es que los demás jefes no se hacen responsables y me echan todo el paquete a mí”.
Los señalamientos del enfermero de profesión, recaen contra la jefatura y subjefatura de enfermeras del HGZ71 y la jefa delegacional.
“Dicen que hubo una supervisión y que empezaron a investigar, eso no es cierto, todo eso es mentira, están falseando la información, todas las actas que están levantadas son falsas e incluso en las declaraciones mi exjefa inmediata dice una cosa y luego dice otra tergiversando la información manipulando todo a su antojo”.
Revela, que sí existen irregularidades de “extravío” de medicamentos y manipulación de los mismos y se tratan de los mismos jefes directivos, “ellos son los que sacan realmente la mochada”.
El tema entonces recae, “como yo estuve regulando todo eso, a mí me sacaron de la jugada porque yo les afectaba para que sacaran libremente los medicamentos así que la única manera de afectarme era exponiéndome a mí”.
DAÑO MORAL
La situación comenzó a complicarse, en una conspiración en contra del extrabajador señalada por él mismo, “yo soy notificado el 26 de octubre, pero un día antes, el 25 de octubre sale a la luz pública en redes sociales un supuesto video hecho por Anonymous donde hace acusaciones directas al personal que labora en mi unidad médica y de mi persona”.
A partir del minuto 3:40 mencionan lo siguiente: “te mostraremos con evidencia cómo también roban medicamentos como el que realiza el jefe de piso … y otros jefes del área de urgencias en complicidad con jefes de la dependencia”.
“Ahí muestran foto de mi perfil, haciendo acusaciones y poniendo en riesgo mi integridad física y moral, cuando yo ni por enterado estaba de la investigación por una acusación dentro de mi unidad de trabajo donde mencionado grupo de directivos que me acusan de dichos incumplimientos de los cuales no me habían informado y actuando de manera secreta crean una conspiración hacia mí, así que yo pregunto: ¿de dónde el personaje de dicho video obtuvo esa información días antes de enterarme o notificarme? Eso es filtración de información que es de uso exclusivo del instituto y está en la Ley Federal del Trabajo, donde a mi parecer si estoy bajo investigación secreta debieron haber respetado la confidencialidad, cuando soy el afectado y ni enterado estoy, lo cual me toma como sorpresa”.
Para demostrar que dice la verdad, el enfermero argumenta que: “Pedí se revisaran las cámaras para demostrar si se hizo esa supuesta supervisión, también pedí que por la misma revisión de videos se comprobara en qué momento yo sustraigo y me llevo medicamento. Aquí quiero aclarar que incluso nos revisan las mochilas al salir así que no tienen cómo comprobarme esas acusaciones”.
Todo esto, aseguran, se trata de una especie de venganza tras “haber levantado la voz y exponer la situación en un Congreso, se hizo público lo que el hospital está sufriendo durante la pandemia por COVID; por eso, plantaron evidencias por medio de conspiración para poder despedir aun cuando no hay pruebas de haber cometido alguna falta”.
El ejemplo de este mismo trabajador “despierta temor en los demás, porque si no te sometes a sus caprichos y órdenes, se mueven de tal manera que sí llegan atentar contra tu integridad laboral y moral y el Sindicato no hace nada por defender a los agremiados, es estar en la espada contra la pared y cada vez estamos más hartos”, expone otro testimonio anónimo.
