-México

Muere Marie-José Tramini, la última compañera de Octavio Paz

La pareja se conoció en los años 60 en la India y permaneció unida hasta el fallecimiento del Nobel mexicano en 1998

Marie-José Tramini, última compañera de Octavio Paz, murió este jueves a medio día en su casa de Ciudad de México. La pareja se conoció en los años 60 en la India, durante la estancia de Paz como embajador, y permaneció unida hasta el fallecimiento del Nobel en 1998. Personalidades de la política y la cultura mexicana han despedido a Tramini, de nacionalidad francesa, pero que tras más de cuatro décadas en el país de su marido acabó convertida en una figura más de la escena cultural mexicana.

“Siento profundamente el fallecimiento de Marie-Jo Paz, viuda de Octavio Paz y amiga entrañable. Comparto mi pena con sus amigos cercanos y la comunidad intelectual”, señaló a través de su cuenta de Twitter María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura, quien también ha anunciado que organizará el funeral. El historiador y editor Enrique Krauze, heredero del legado de Paz al frente de la revista Letras Libres, recordó una frase del Nobel sobre su esposa: “es lo mejor que me ocurrió en la vida, después de nacer”.

En 2001, la tercera esposa de Paz protagonizó una disputa por los derechos del archivo del Nobel mexicano −dotado, por ejemplo, de manuscritos y correspondencia inédita con André Bretón, Julio Cortázar o Carlos Fuentes− frente a la Fundación Octavio Paz, creada en vida por el propio poeta en 1997.

Elena Poniatowska la recordaba así en una columna de 2016 para el diario La Jornada. “Nunca en mi ya larga vida había conocido a una mujer que viviera sólo en función de un hombre. Nunca hasta que conocí a Marie Jo Tramini, segunda mujer de Octavio Paz. Vivía para él, por él, con él, a través de él”.

El mismo texto subraya una anécdota que contaba el poeta británico Richard Berengarten: “En alguno de sus múltiples viajes con Paz, al llenar el formulario que reparten las azafatas antes del aterrizaje, Marie Jo preguntó a Octavio: ¿Qué pongo?, en el renglón que se refiere al trabajo: Pon musa, le dijo Octavio. Tenía razón. Marie José sigue siendo la más leal, la más solitaria, la más atribulada de las musas”

A la vuelta de India, al filo de los 70, la pareja se instaló en la capital mexicana, en un piso del paseo de la Reforma. “Sus días  −rememoraba un artículo de este diario de 2014− transcurrían entre la escritura, decenas de viajes, el cuidado de un invernadero y de algunos gatos. A primera hora, Marie-Jo leía los periódicos y seleccionaba lo que pudiera interesarle a su marido. Desayunaban juntos y luego él se metía a su estudio para escribir  “sin interrupciones”. Por la tarde iban al mercado, al tenis (“solo jugaba yo. Pero Octavio me acompañaba, el pobre”), al cine, a una cena o se quedaban en casa viendo la tele (“¿sabe que a Octavio le encantaban Los Simpson?”).

En 1996, un incendio arrasó su casa, incluido un mueblecito donde Paz guardaba las primeras ediciones de sus libros. El presidente Ernesto Zedillo intercedió por el Nobel mexicano y la pareja se mudó a una mansión −la antigua casa del conquistador español Pedro de Alvarado− en el barrio colonial de Coyoacán. Tras la muerte de Paz, Tramini se mudó de nuevo al acomodado barrio de Polanco. Allí la imaginaba Poniatowska: “en la noche se comunica con Octavio y durante el día lee y corrige la obra de jóvenes creadores en torno a una mesa, frente a una taza de café o simplemente accede a satisfacer su curiosidad sobre la vida y la obra del gran poeta mexicano”.

Fuente: El país

 

 

 

 

 

 


El corresponsal, en el lugar de la noticia.

Deja un comentario

Back to top button
A %d blogueros les gusta esto: