La determinación de no procesar a los migrantes se produce pese a la promesa de Donald Trump de que Estados Unidos no tolerará los desmanes
Las autoridades de Estados Unidos no presentarán cargos criminales contra ninguna de las 42 personas relacionadas con la caravana de migrantes centroamericanos que fueron detenidas durante un enfrentamiento en la frontera con México, que causó que las autoridades estadounidenses lanzaran gases lacrimógenos hacia territorio mexicano, informo The Associated Press.
La determinación de no procesar a los migrantes se produce pese a la promesa de Donald Trump de que Estados Unidos no tolerará los desmanes y a los extensos preparativos para la caravana, que incluyeron el despliegue de soldados en la frontera con México.
El jefe del sector San Diego de la Patrulla Fronteriza, Rodney Scott, dijo que entre los detenidos por ingresar ilegalmente a Estados Unidos se encuentran 27 hombres, el resto son mujeres y menores de edad.
El incidente se registró el domingo en la frontera de Tijuana, donde miles de migrantes han llegado en las últimas semanas tras huir de la pobreza y violencia de Centroamérica.
En su mayoría, tienen planeado solicitar asilo en Estados Unidos; sin embargo, es muy probable que deban esperar meses debido a que el gobierno estadounidense únicamente procesa alrededor de 100 casos de ese tipo al día.
A medida que comenzó a aumentar la frustración por la larga espera, los migrantes realizaron una marcha hacia la frontera para pedir que Estados Unidos acelerara el procesamiento de las solicitudes. La situación se descontroló cuando cuatro agentes fueron impactados por rocas, por lo que las autoridades respondieron con gas lacrimógeno para controlar la situación.
Finalmente, a ninguna de las 42 personas se les presentó cargos por ingresar ilegalmente al país o de cualquier otro tipo.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) solamente remitió dos casos al Departamento de Justicia para que fueran procesados y no se presentaron cargos debido a que los acusados padecían problemas de salud que les impedían estar recluidos en el centro de detención de San Diego, de acuerdo con un funcionario estadounidense que estaba al tanto de los casos.
Muchos casos no se remitieron al Departamento de Justicia porque se trataba de niños o padres de familia que acompañan a menores.
El destino de los 42 migrantes continúa siendo incierto, pero podrían estar sujetos a un proceso de deportación.
“Dependiendo de su país de ciudadanía y la resolución definitiva de su caso, la Patrulla Fronteriza podría entregar a estas personas al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas”, dijo el portavoz Ralph DeSio.
Fuente: López Dóriga
