México

Dan 88 años de prisión a profesor por violar a 7 niñas en Chihuahua

Un tribunal determinó que José Mina tocó sexualmente a 11 niñas frente al resto de la clase cuando era profesor de cuarto grado en una primaria de Bocoyna en 2015; violó a siete de ellas 


Jesús José Mina Mina fue sentenciado a 88 años y nueve meses de prisión por los delitos de violación agravada y calificada, así como de abuso sexual agravado y calificado cometido contra 11 niñas, cuatro de ellas rarámurí, en Chihuahua.

El tribunal, integrado por Lucero Moreno, Aram Delgado y Luis Alberto Simental, explicó que el implicado realizó tocamientos sexuales a 11 de sus alumnas frente a sus compañeros de clase en 2015, cuando era profesor de cuarto grado de la escuela primaria Benito Juárez, ubicada en la comunidad de San Ignacio Arareco, en el municipio de Bocoyna.

Añadió que el hombre fue denunciado ante el Ministerio Público por familiares de las víctimas, quienes solicitaron medidas preventivas, por lo que se detuvo al agresor en abril de 2015 y declarado culpable el pasado 18 de febrero.

Como parte de las investigaciones, se realizaron pruebas periciales ginecológicas y psicológicas a las niñas afectadas, a partir de las cuales se pudo determinar que siete de las once alumnas habían sido, además, víctimas de violación por parte del inculpado.

Entre los agravantes de los delitos cometidos están que las niñas eran menores de 14 años en el momento de los hechos; además, el tribunal señaló que el agresor era una persona en el ejercicio de su profesión con la que las víctimas tenían un vínculo de confianza al momento de suscitarse los acontecimientos.

Además del tiempo en prisión, el tribunal también impuso una reparación moral de 100 mil pesos para las víctimas y una multa de 41 mil 413.50 pesos para el agresor.

El tribunal recomendó al gobierno del estado que establezca medidas para evitar que este tipo de casos vuelvan a ocurrir, como diseñar una política para garantizar la seguridad de los niños indígenas y uno que permita vigilar los albergues y escuelas de educación indígena.

Fuente: Milenio

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