El inicio del declive económico en la entidad empezó con el sexenio del exgobernador Miguel Alemán Velasco
Por Mario Rafael León
En el corto plazo no se vislumbra en el estado una acción sólida orientada a la recuperación de la economía; la situación es grave porque la depresión económica, el desempleo y la inseguridad van de la mano y el gobierno federal y estatal sólo se enfocan a tratar de combatir la inseguridad, sin considerar que el cierre de fuentes de trabajo y la pérdida de empleos están directamente ligadas con la inseguridad, afirmó Jesús Castañeda Nevares, presidente de la asociación civil Empresas SOS.
Recordó que el inicio del declive económico en la entidad empezó con el sexenio del exgobernador Miguel Alemán Velasco cuando dejó la primera deuda estatal de tres mil 500 millones de pesos.
“Con esa deuda surgió el Impuesto a la Nómina, el cual era el respaldo de ese préstamo. Ese préstamo no aportó nada al Estado y sí salió volando por los aires, dejando el compromiso de pago a los veracruzanos”, dijo.
Afirmó que el Impuesto a la Nómina fue una especie de castigo a los empresarios generadores de empleo por dar empleo, en lugar de que el Estado los se ocupara en proponerles estímulos económicos y fiscales.
“Las administraciones que han pasado sólo han reciclado las deudas y los niveles actuales ya son exagerados y están castigando la economía, no sólo de los sectores productivos sino de toda la sociedad”, afirmó.
Indicó que se ve una economía paralizada y con tendencia al decrecimiento; las empresas cerrando a causa de las bajas ventas al no haber circulante; cientos de empresas proveedoras del gobierno y que confiaron en la institución hoy están quebradas porque el gobierno no les pagó, puntualizó.
Castañeda Nevárez agregó que se han perdido no sólo activos de las empresas, sino el propio patrimonio de los empresarios, quienes tuvieron que despedir a sus trabajadores y por ende “ahora esas familias directamente afectadas hoy sobreviven con grandes sacrificios”.
El presidente de Empresas SOS confió en que en el segundo semestre del año el gobierno del estado pague a los proveedores cuyos montos son menores al millón de pesos.
“Esto significaría un escenario mejor para el segundo semestre, porque automáticamente la economía tendría un repunte y pudiera venir una cadena de mejores cosas para los veracruzanos”, consideró.
El empresario reconoció que no se vislumbra en el corto plazo una acción sólida orientada a la recuperación de la economía y la recuperación y estabilidad del tejido social.
