OPINIONESOSWALDO CEBALLOSPORTADA

La desgracia de unos, es la felicidad de otros

  • Gobierno de la CDMX se clavó lo que recolectaron para enviar a damnificados en Turquía.
  • Un trabajo periodístico, expone la repugnante acción de las “autoridades”.

“No hay mayor cinismo que el de aquellos que reclaman para sí lo que nunca han dado.” Jorge González Moore

Por Oswaldo Ceballos

Cada vez que existe un desastre natural, la gente en cualquier parte del mundo se vuelca para juntar víveres, dinero y todo lo necesario para ayudar a los damnificados y cada vez que eso sucede siempre hay los mal pensados que dicen “para qué donamos si ni los van a entregar” a lo que siempre se contesta que los políticos podrían ser capaces de todo, menos de chingarse las donaciones de esta naturaleza.

Pues una vez más, se superan.

Por supuesto que lo siguiente no es un caso único, es uno totalmente documentado por la periodista Pamela Cerdeira quien a raíz de los terremotos en Turquía del 6 de febrero del 2023 formó parte de la convocatoria del Gobierno de la Ciudad de México que instaló un centro de acopio en el Zócalo para recabar víveres.

Sin embargo, las corruptas alimañas nunca se imaginaron que Cerdeira iba a colocar dos GPS para rastrear los productos que en este caso fue una bolsa de arroz y un paquete de papel higiénico.

A través de transparencia, el gobierno capitalino le informó que las 30 toneladas de víveres fueron llevadas al hangar de la SEDENA en el aeropuerto de Santa Lucía (EDOMEX) y de ahí volaron a Turquía.

¡Mentira!

Mediante el rastreo que está documentado por Pamela, se identificó que el 15 de febrero el arroz estaba en un almacén de la Secretaría de Finanzas y el papel en las oficinas de la Secretaría de Gobierno, ambas, dependencias del Gobierno de la CDMX.

Pasaban los días y los víveres seguían sin llegar a los afectados por esa tragedia en aquél lejano país.

Luego, el arroz llegó a una escuela (donde existe un programa de alimentos de un diputado) y a Pamela no le permitieron el acceso.

El papel de baño fue enviado a un mercado en Tacuba, y Cerdeira lo encontró en un local en el cual el encargado le informó que había sido adquirido en La Merced.

Esto quiere decir, en pocas y parvas palabras, que el Gobierno de la Ciudad de México que dirige Claudia Sheinbaum se clavó los víveres que fueron recolectados, seguramente no las 30 toneladas porque tenían que mandar algo para tomarse la foto, ya saben, son igual de queda bien que los de antes.

Luego, la misma Pamela Cerdeira entrevistó a Martí Batres, secretario de Gobierno de la CDMX quien con un cinismo insultante le echó la bolita primero a la SEDENA aparte de asegurar que “él tiene otra información”, pues sí, lavándose las manos… todo un clásico.

Cortados con la misma tijera.

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