OPINIONES

Asesinan al tercer líder de la oposición en Veracruz

Por: Álvaro Belin Andrade


La ola de asesinatos a mansalva cometidos contra políticos de la oposición en Veracruz ya ha generado malestar y preocupación en la clase política porque nadie parece salvarse de la ola de violencia que azota a la entidad y lo que es peor, hasta el momento no ha habido resultados de las investigaciones emprendidas por la Fiscalía General del Estado.

Y en cuanto a resultados por supuesto nos referimos al asesinato del diputado local Juan Carlos Molina Palacios, que abrió una tríada que este lunes ha cerrado, momentáneamente, el exalcalde de Paso del Macho, Rafael Pacheco Molina.

En efecto, a la ejecución del legislador priista y entonces líder estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Juan Carlos Molina, ocurrida el sábado 9 de noviembre en su rancho ubicado en el municipio de Medellín de Bravo, se unió un mes después la del exalcalde priista de Omealca, Pedro Muñoz Mora y, este lunes 16, es decir, cinco días después, el exalcalde perredista, Rafael Pacheco.

Todos ellos dirigentes y destacados militantes de dos partidos opositores, PRI y PRD, cuya incorporación a la lista de víctimas por la violencia criminal estigmatizan al gobierno estatal de Morena.

A diferencia de los líderes priistas que se limitaron a realizar exhortos para que la Fiscalía actuara de manera efectiva y rápida para dar con los sicarios y los asesinos intelectuales de Juan Carlos Molina y Pedro Muñoz Mora, los perredistas prácticamente salieron a la calle para presionar a las autoridades y, en un acto de protesta, se plantaron frente al edificio central de la Secretaría de Seguridad Pública para exigir la dimisión inmediata de su titular Hugo Gutiérrez Maldonado, quien parece no dar una.

Gobierno estatal debe apresurar investigaciones

Solo la muerte del exdirigente estatal de la CNC, Juan Carlos Molina, fue interpretado a nivel local y nacional como una consecuencia de sus fuertes críticas al gobierno morenista.

Respecto a estos señalamientos, en mi Hora Libre del domingo 10 de noviembre señalé:

“Para quienes vemos con objetividad la realidad social y política de Veracruz es evidente que la orden de ejecutar al dirigente campesino priista no provino del gobierno estatal, sin embargo, los señalamientos que se hacen en redes sociales contra el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, sí muestran las consecuencias que una confrontación doméstica puede generar en la percepción de los ciudadanos o en la manipulación de la información; ahora se está usando el discurso de Molina Palacios para hacer creer que su pérdida fue ordenada desde el principal edificio de la calle de Enríquez.”

Los escenarios de los crímenes han sido muy parecidos. El 9 de noviembre, Juan Carlos Molina fue abatido en su rancho, en Medellín de Bravo, mientras intentaba salir conduciendo su camioneta particular.

Un mes y dos días después, la noche del 11 de diciembre, Pedro Muñoz Mora, exalcalde priista de Omealca y también exdirigente de la Confederación Nacional Campesina, fue asesinado a balazos cuando se desplazaba en una carretera veracruzana.

Según la información periodística, Muñoz Mora (quien fue alcalde de 2005 a 2007) fue atacado por un comando en la entrada del ejido Callejón, a la altura de Palma Sola, cuando se dirigía a su casa y conducía en dicho tramo en la carretera Matatenatito-Omealca. El cuerpo del exalcalde quedó al interior de la camioneta Ford Ranger Negra que conducía.

Se trataba del segundo asesinato de un líder campesino priista en la entidad en menos de un mes. Muñoz Mora fue dirigente de la Unión Local de Productores de Caña CNC del ingenio «Providencia».

Cinco días después del ataque contra el exalcalde de Omealca, este lunes 16 ocurrió el asesinato del segundo exalcalde, el perredista Rafael Pacheco Molina.

Según la información preliminar, debido a que el crimen ocurrió a las 5:45 de la mañana, no hubo testigos. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desplegó acciones operativas en ese municipio y sus alrededores de manera coordinada con los cuerpos policiacos federales, estatales y municipales.

Pacheco Molina laboraba en el actual ayuntamiento como encargado de Obras Públicas y, además, era asesor del alcalde Fernando León Trejo.

Protestan los perredistas

El dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Alberto Velázquez Flores, exigió la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, tras el asesinato de su correligionario, el exalcalde de Paso del Macho, Rafael Pacheco Molina.

Los perredistas se manifestaron frente al edificio de la SSP con una pancarta en la que exigían la renuncia del funcionario estatal, además de condenar el asesinato del perredista.

«Es necesaria la renuncia del secretario de Seguridad Pública, es una persona que no está trazando una ruta de seguridad para Veracruz, no lo decimos hoy por lo que pasó lamentablemente, lo hemos venido diciendo desde hace algunos meses. El estado de Veracruz no está para aguantar este tipo de acontecimientos».

Según la nota de AVC, el dirigente perredista dijo que este crimen se suma al del exdiputado local Juan Carlos Molina Palacios, ocurrido en el municipio de Medellín de Bravo.

Mientras eso sucedía en Xalapa, en Paso del Macho el Gobierno del Estado, a través de la Policía Estatal, intervenía y asumía el control de la seguridad pública en ese municipio, “para garantizar el orden”.

Según el comunicado oficial, los elementos municipales fueron concentrados en Xalapa, a fin de llevar a cabo el proceso de evaluación y control de confianza. Para dichas acciones, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) recibió el apoyo de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).

“La intervención en Paso del Macho será por el tiempo necesario, con el objetivo de establecer un cuerpo de seguridad municipal”, se señala en el comunicado oficial.

 

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