Si no se cuestiona a los cristianos es que llevan su fe por encimita
Por: Mario Rafael León
En la actualidad, Cristo sigue sin ser aceptado por muchas personas y ante ello los verdaderos cristianos viven un momento de persecución. “Los cristianos tenemos que cuestionarnos si no nos agreden quienes no aceptar a Jesucristo; si no nos atacan es que seguramente andamos igual que ellos, que andamos en lo mismo que ellos y ello nos lleva a reflexionar si en realidad vivimos una vida cristiana plena o si nuestra fe solamente la llevamos por encimita”, dijo Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa.
Indicó que en los tiempos actuales existe lo que se llama Nuevo Orden Mundial que quiere acabar con toda la cultura cristiana y que quiere imponer un nuevo régimen que se parece más a un paganismo o a un relativismo individualista en el que cada quien busca su propio bienestar. “Por lo mismo, se rechaza a las personas que ponen en Cristo toda su esperanza y todo su corazón y por ello tenemos que pedir al Señor que nos ayude a ser como una columna de hierro, pero para ello necesitamos vivir plenamente como cristianos”, dijo.
Indicó que para ser plenamente católico se necesita vivir plenamente los 10 mandamientos, el primero de los cuales ordena no matar, pero “vivimos una cultura de muerte, de asesinatos, secuestros y torturas a la que ya nos acostumbramos y en la que se promueve el aborto”.
El sexto y noveno mandamientos, dijo, se refieren a la sexualidad, don maravilloso, que Dios le ha dado a ser humano, pero se advierte que ahora todo se refiere a la búsqueda del placer, al libertinaje sexual y una situación completamente pagana.
“El octavo mandamiento nos ordena no mentir, pero vivimos en un ambiente de traición, de mentiras, de engaños; y el séptimo mandamiento nos ordena no robar, pero tenemos fama como país huachicolero, como país corrupto, en el que la corrupción está en todos nosotros”, expresó,
Reiteró que si no se siguen los mandamientos no se da testimonio de ser auténticamente cristianos y con ello se cae en lo mismo que hacen los demás, los que rechazan a Jesús. “Por eso –reiteró– tenemos que cuestionarnos si no nos agreden, si no nos atacan; si ello no sucede es que seguramente andamos igual que los demás y la fe solamente la llevamos por encimita”.
