La violencia es el ejercicio de poder que más conmociona y resquebraja el tejido social
Por: Mario Rafael León
El próximo sábado ocho a partir pode las 18 horas se realizará en el Parque Juárez, la séptima “Ronda de hombres en contra de la violencia hacia las mujeres”, cuyo objetivo es hacer una reflexión grupal acerca de la violencia y los malestares psíquicos de los hombres; la finalidad es transitar a relaciones interpersonales sanas y afectivas y establecer relaciones igualitarias y equitativas con las mujeres y otros hombres, informó Benno de Kayzer, académico del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana.
En conferencia de prensa, refirió que Veracruz se encuentran ante un panorama de violencia estructural que deja huellas avasallantes, abrumadoras y dolorosas que han llevado a banalizar y crean insensibilidad ante el dolor ajeno.
“La violencia es el ejercicio de poder que más conmociona y resquebraja el tejido social, esa violencia representa la eliminación de la voluntad, el deseo y el derecho de los demás, es discriminatoria y son las mujeres y la niñez quienes han sufrido histórica y sistemáticamente este suplicio, al serles retirados derechos y no reconocerles como iguales en la realidad social. Una de las expresiones más crudas de esta discriminación –indicó–, es el feminicidio, acto que atenta contra la vida de cientos de mujeres en México y que busca perpetuar la condición de subordinación de la mujer”.
El entrevistado refirió que ante el panorama descrito, los hombres no pueden desvincularse de la responsabilidad y que ante ello se debe tomar lugar en la responsabilidad y asumir un papel activo en la solución de lacerante realidad que cobra la vida de cientos de mujeres.
Refirió que el silencio y la inacción convierten a las personas en cómplices. “En este momento, millones de mujeres están siendo maltratadas y también cientos de personas de la diversidad sexual sufren acoso, hostigamiento y son asesinadas. La conducta violenta se hereda y el papel de los hombres debe ser romper con esa herencia.
“Debemos promover políticas de género incluyentes y relacionales que sean sensibles a las necesidades específicas de mujeres y hombres, pero conscientes de la igualdad necesaria en el trato y en los derechos humanos”, aseveró.
