OPINIONES

Castigo a diputado, demostración de fuerza de Morena

Por: Arturo Reyes Isidoro


Como en los viejos y mejores tiempos del PRI, Morena echó a andar en Veracruz su maquinaria para castigar cualquier traición al grupo en el poder y de paso enviar un aviso de lo que le puede ocurrir a quien lo intente.

Ahora, haciendo valer su bancada mayoritaria en la LXV Legislatura, su negociación con otras bancadas y que tiene “agarrados” con ilícitos a varios diputados de oposición, se apresta a desaforar al diputado por el distrito VIII de Misantla, Erik Iván Aguilar López.

Cualquiera que sea el delito por el que lo acusa la Fiscalía Anticorrupción (en manos de Morena, obviamente), que solicitó su desafuero, no será más que un mero pretexto y si bien le va perderá su fuero y su poder porque le puede ir peor: terminar en prisión, de la que no saldrá fácilmente si lo llegan a detener. Sería en Veracruz la versión de Rosario Robles, a quien el morenismo en el poder tiene en la cárcel sin permitir que salga bajo ninguna circunstancia en venganza porque los traicionó uniéndose a Enrique Peña Nieto y al PRI.

Este “chamaco grandote, alocado, payasón”, como lo describen quienes han visto su comportamiento, está bajo la sospecha de Morena de haber sido cooptado por el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, lo que lo llevó a no integrarse a la bancada de Morena apenas iniciada la actual Legislatura en noviembre pasado, no obstante que bajo sus siglas y las de su partido entonces, el PT, había obtenido la curul.

Optó por aliarse con el diputado Gonzalo Guízar Valladares, del Partido Encuentro Social, para formar la bancada mixta independiente “Lado Correcto de la Historia”. Hasta ahí lo habían tolerado en Morena, hasta que dio un paso en falso.

El 14 de noviembre, diputados panistas identificados con el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y con el exdirigente estatal blanquiazul José Mancha dejaron su propia bancada porque la nueva dirigencia estatal del PAN les quitó el control del grupo legislativo, ante lo cual intentaron formar su propio grupo, al que le pusieron por nombre Acción Nacional-Veracruz.

Pero les faltaba un diputado para cubrir el número requerido y el que se prestó a ayudarlos fue Aguilar López, quien se les unió para conformar un “grupo mixto”, lo que en Morena interpretaron como que en realidad se prestaba a ayudar al exgobernador Yunes.

Para esto, una columna del periodista y columnista Luis Velázquez, del pasado 14 de enero, bajo el título “Reencarna Yunes Linares”, prendió los focos rojos tanto en Palacio Nacional como en el Palacio de Gobierno porque el también maestro de periodismo informaba que Yunes alistaba su organización política “Futuro” (“El futuro es ahora”, sería su lema), que sería nacional para salvar cualquier escollo en el Estado.

Entonces los de Morena echaron a andar su maquinaria para no dejar crecer, bajo ningún motivo, al grupo yunista (internamente a algunos diputados de la oposición se les dijo que el problema de Miguel Ángel no es con el morenismo del Estado sino con el propio presidente) y una de las primeras acciones fue desarticular a su grupo legislativo quitándole a un diputado para que no cumpla el requisito legal, de ahí que la suerte de Aguilar López está echada.

Arturo Reyes Isidoro / Como en los viejos y mejores tiempos del PRI, Morena echó a andar en Veracruz su maquinaria para castigar cualquier traición al grupo en el poder y de paso enviar un aviso de lo que le puede ocurrir a quien lo intente.

Ahora, haciendo valer su bancada mayoritaria en la LXV Legislatura, su negociación con otras bancadas y que tiene “agarrados” con ilícitos a varios diputados de oposición, se apresta a desaforar al diputado por el distrito VIII de Misantla, Erik Iván Aguilar López.

Cualquiera que sea el delito por el que lo acusa la Fiscalía Anticorrupción (en manos de Morena, obviamente), que solicitó su desafuero, no será más que un mero pretexto y si bien le va perderá su fuero y su poder porque le puede ir peor: terminar en prisión, de la que no saldrá fácilmente si lo llegan a detener. Sería en Veracruz la versión de Rosario Robles, a quien el morenismo en el poder tiene en la cárcel sin permitir que salga bajo ninguna circunstancia en venganza porque los traicionó uniéndose a Enrique Peña Nieto y al PRI.

Este “chamaco grandote, alocado, payasón”, como lo describen quienes han visto su comportamiento, está bajo la sospecha de Morena de haber sido cooptado por el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, lo que lo llevó a no integrarse a la bancada de Morena apenas iniciada la actual Legislatura en noviembre pasado, no obstante que bajo sus siglas y las de su partido entonces, el PT, había obtenido la curul.

Optó por aliarse con el diputado Gonzalo Guízar Valladares, del Partido Encuentro Social, para formar la bancada mixta independiente “Lado Correcto de la Historia”. Hasta ahí lo habían tolerado en Morena, hasta que dio un paso en falso.

El 14 de noviembre, diputados panistas identificados con el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y con el exdirigente estatal blanquiazul José Mancha dejaron su propia bancada porque la nueva dirigencia estatal del PAN les quitó el control del grupo legislativo, ante lo cual intentaron formar su propio grupo, al que le pusieron por nombre Acción Nacional-Veracruz.

Pero les faltaba un diputado para cubrir el número requerido y el que se prestó a ayudarlos fue Aguilar López, quien se les unió para conformar un “grupo mixto”, lo que en Morena interpretaron como que en realidad se prestaba a ayudar al exgobernador Yunes.

Para esto, una columna del periodista y columnista Luis Velázquez, del pasado 14 de enero, bajo el título “Reencarna Yunes Linares”, prendió los focos rojos tanto en Palacio Nacional como en el Palacio de Gobierno porque el también maestro de periodismo informaba que Yunes alistaba su organización política “Futuro” (“El futuro es ahora”, sería su lema), que sería nacional para salvar cualquier escollo en el Estado.

Entonces los de Morena echaron a andar su maquinaria para no dejar crecer, bajo ningún motivo, al grupo yunista (internamente a algunos diputados de la oposición se les dijo que el problema de Miguel Ángel no es con el morenismo del Estado sino con el propio presidente) y una de las primeras acciones fue desarticular a su grupo legislativo quitándole a un diputado para que no cumpla el requisito legal, de ahí que la suerte de Aguilar López está echada.

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