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Los reyes deben caer

Dios salve a la reina, ella no es un ser humano, y no hay futuro en los sueños de Inglaterra.

Sex Pistols

Por: Oswaldo Ceballos

La muerte de la reina Isabel II ha demostrado como nunca antes lo siguiente: la inutilidad de los reyes.

Históricamente fue la forma más eficiente y primitiva de establecer un mandato sobre un grupo de seres humanos, siempre con la necesidad de contar con un liderazgo, una guía que los llevara hacia la prosperidad como una cultura única.

Y sobre la línea de tiempo, hubo incontables reyes traicionados, asesinados por su propia estirpe. La divinidad que tanto se les daba resultaba ser una simple humanidad como la de cualquier persona en el poder, con ambiciones desmedidas y desplantes absurdos.

Hoy, vemos a un rey Carlos III como solamente estos tiempos podrían mostrar, gracias a la tecnología, a los videos, al material audiovisual con el que se puede entrar en la intimidad de lo que antes los súbditos jamás podrían ver.

Confirmamos lo inútiles que son muchos de los que ocupan esos cargos, por supuesto que no todos son iguales, pero es innegable que hay una gran mayoría que sufren de lo mismo: ser inservibles.

Carlos III ha sido toda su vida un niño mimado, mimado por sus padres y parientes cercanos, mimado por la propia sociedad británica, se “rebeló” al enredarse con la pobre Lady Di a quien engañó hasta con la escoba, ella era realmente popular y él no, pero de eso hablaremos después.

El ahora rey creció y ahora tenemos a un junior de la tercera edad, un mocoso berrinchudo de 73 años que no puede tocar un objeto de la mesa donde realizará un acto oficial porque simplemente no quiere tocarlo, valiente líder.

¿Qué tipo de trastorno será ese?

Antes por lo menos los reyes se agarraban a madrazos en las guerras, hoy son una bola de haraganes que no tienen utilidad.

En la actualidad, el servicio militar que realizan es una pantalla, claro que acuden, pero les cuidan que no vayan a ensuciarse el uniforme, jamás van a poner en riesgo a un miembro de la mal llamada nobleza, mucho menos alguno que tenga línea directa al trono.

Los reyes son como los políticos, tienen su grupito que los defiende a capa y espada como si se trataran de sus familiares, la diferencia es que los políticos terminan sus administraciones y los sustituyen otros iguales o peores pero las reinas y reyes tienen sus puestos eternamente, viviendo del erario, explotando al pueblo, sintiendo que son dioses de carne y hueso, recibiendo reverencias inmerecidas.

Carlos III no puede ni mancharse las manos de tinta porque se vuelve loco, en la realeza lo que crían es fundamentalmente a una bola de haraganes que viven en una burbuja.

Saldrán los intelectualoides a buscar las maromas y adornar las palabras para reclamarme lo importante de que existan los reyes en la actualidad, no me interesa en lo absoluto.

No sean como Martha Debayle que lloró al saber que murió la reina y que además su hija le decía “abuelita” a Isabel II, háganme el chingado favor, qué patético.

Primera parte.

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