Los padres de los menores fueron expulsados de sus comunidades; mantienen un plantón por tiempo indefinido a la espera de retornar a sus lugares de origen
Niños que han vivido en el exilio desde que sus padres fueron expulsados de sus comunidades en la región indígena de Chiapas, reciben clases en la plaza central de Tuxtla Gutiérrez por no tener las condiciones para acudir a una escuela pública.
Hoy mantienen un plantón por tiempo indefinido a la espera de retornar a sus lugares de origen.
Obed Reyes, profesor en Educación Primaria, es uno de los docentes que decidieron ir a dar clases a los infantes en la plaza central de Tuxtla Gutiérrez, afirmó que se les otorgará lo más básico, pues se ha platicado con los menores “y nos han dicho que no han pisado un aula desde que tienen seis años”.
El principal problema para los menores es la lengua mater, pues no saben hablar español para aprender lo básico en matemáticas y español.
En el caso de los más pequeños los atienden un grupo de educadoras y tiene que estar un padre de familia para traducirles del tzotzil al español o del Tzeltal al español.
Fuente: Excélsior
