OPINIONESOSWALDO CEBALLOS

EL ARTE DE REPARTIR CULPAS

¿Qué hace un niño con una pistola?


Por: Oswaldo Ceballos

México es violento, ya lo sabemos y aun así no deja de impactar que un niño de 11 años lleve dos armas de fuego a su escuela, dispare a su maestra en la cabeza, a sus compañeros y termine apuntándose en el ojo para quitarse la vida.

Un suceso que nos recordó la tragedia en el colegio Americano de Monterrey, Nuevo León el 18 de enero de 2017.

Ya van dos.
Hasta las mismas “autoridades” que están acostumbradas en su trabajo ver a desmembrados, disueltos con ácido, quemados, etcétera, se ven rebasadas ante la impresión del suceso registrado en Torreón la mañana del 10 de enero de 2018.

Y lo primero que se piden son explicaciones.

Pero, ¿acaso puede haber una explicación sensata en esta acción que hace un niño?

Culpan: a los videojuegos, a la familia disfuncional, a la falta de operativos mochila, a las autoridades, a la misma sociedad, a la televisión, a las redes sociales, al papá, a la abuela, a los profesores, al director, a todos.

¿Y si todos tenemos parte de culpa?

Sobre el operativo Mochila, hay quienes dicen que no es suficiente. Pues que se haga lo suficiente para que este tipo de acciones sean uno de tantos elementos que servirán para darles seguridad a todos los niños en todas las escuelas.

Para que un menor de edad no tenga ninguna posibilidad de acceder a un arma de fuego.

Suena a una utopía ¿verdad?

El operativo Mochila empieza desde casa, desde el momento que nuestros hijos parten a sus escuelas y son entregados en la puerta del colegio a quienes se encargan de su educación.

Y así continuará hasta que regresen a la casa y de igual forma ver qué cargan nuestros hijos de regreso. No tienen por qué pedirles permiso. NO JODAN.

Son los hijos, y vas a revisar su mochila no para hacerle daño, sino todo lo contrario. Además, creo que por la propia seguridad de las mismas escuelas debe autorizarse y vigilarse la correcta aplicación del operativo mochila en la entrada, sí es necesario.

Hay quienes justifican incluso al niño, que no sabemos las causas, que él también era una víctima.

Existen miles, cientos de miles de casos de niños golpeados, abandonados, en la calle, otros que no dejan de usar videojuegos violentos, que tienen “malas compañías”, hijos de delincuentes y demás.

Y no van con un arma a disparar a su maestra y a compañeros. No podemos generalizar.

Otros tantos a consecuencia de un entorno tan agreste para desarrollarse terminan convirtiéndose en sociópatas.
Y otros tantos más nacen con el otro problema que veo más grave todavía, la psicopatía.

Vemos en medios nacionales y locales que se enfrascan en entrevistar a especialistas para tratar de dar una explicación al tema. Me da muchísima risa escuchar a los expertos decir que “ese niño tenía un problema”.

Bueno no chinguen, ¿para eso les hicieron gastar dinero a sus padres en mandarlos a la facultad?
Para aterrizar que el niño que hizo esto “tenía un problema”. Carajo.

El asunto es que sí, este menor tenía un grave problema pero nadie pudo detectarlo y si así hubiese sido, ¿qué habría hecho el sistema para ayudarle?

Nada, porque no están preparados para trabajar con niños que están tan dañados en su mente.

Todos somos parte de un problema y lo más sencillo es y será repartir culpas.

Así las cosas.

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