Por: Mario Rafael León
El 17 de octubre, el Museo dedicado a San Rafael Guízar Valencia cumplió 11 años de estar en el interior del Antiguo Palacio Episcopal, ubicado en la calle Juárez, esquina con Revolución; durante ese tiempo, ha mantenido una afluencia promedio de tres mil visitantes al mes, pero por la temporada suele registrar un ligero incremento de visitantes y llegar a los cinco mil visitantes.
El maestro Andrés Guzmán Olmos, subdirector del Museo de San Rafael Guízar y administrador del Antiguo Palacio Episcopal, informó que, por las festividades del Santo, muchos peregrinos llegan a su tumba en Catedral procedentes de, por ejemplo, Tamaulipas, Puebla, Querétaro, Hidalgo y Tlaxcala, “estado desde el cual todos los años viene una peregrinación de motociclistas”.
Hay peregrinos que llegan a la tumba de San Rafael Guízar, dijo, y algunos de ellos deciden visitar también el Museo que este 24 de octubre estará abierto todo el día para recibir de forma gratuita a todos los visitantes.
“San Rafael Guízar fue obispo de 1919 a 1938 y cobró su fama como Obispo de los Pobres; en Veracruz es muy conocido y querido, pero es necesario decir que para el mundo es un santo nuevo porque hace apenas 13 años, el 15 de octubre de 2006, se llevó a cabo su canonización por ello se dice que para el mundo es un santo nuevo. No obstante, ha ido cobrando fama, como ejemplo de ello es que en Puebla ya hay dos parroquias en honor a San Rafael Guízar, una en la ciudad capital y otra en Patlanalán comunidad que San Rafael visitó entre el 22 y 24 de enero de 1920”.
Andrés Guzmán Olmos expresó que cuando San Rafael llegó a Veracruz como obispo, se enteró que días antes había sucedido un terremoto que devastó toda la zona centro del estado por lo cual el Santo decidió atender personalmente a los afectados que vivían en Teocelo, Monte Blanco, Baxtla, Piedra Parada, Cosautlán, Limones, Patlanalán, Ocotene, Quimixtlán, Chilchotla, Ayahualulco y otras poblaciones de la zona, por ello la gente de esas comunidades hoy en día cada 24 de octubre lo recuerda y llega a verlo a su tumba.
“Rafael Guízar Valencia es conocido como ‘El gigante de la caridad’ o como ‘El obispo de los pobres’. En donde ahora está el Museo fue su casa, de los 19 años que él fue obispo aquí habitó únicamente siete meses juntando los días porque vivió en el exilio. Estuvo en Guatemala, en Venezuela, en Colombia, en La Habana y San Antonio, y después también estuvo en distintos estados del país. En donde se canta el ‘Oh, virgen santa’ estuvo San Rafael Guízar, ésa es su huella inequívoca”, dijo el entrevistado.
El subdirector del Museo de San Rafael Guízar y administrador del Antiguo Palacio Episcopal expresó que en donde quiera que el santo estuvo evangelizó y ayudó a los pobres y necesitados y que asimismo llevó a cabo el ejercicio de sus misiones administrando los sacramentos necesarios para poder ayudar a todos y sobre todo ganar almas para Dios.
