Afirma Víctor Alberto Barreras que es inocente y que no cuenta con antecedentes penales; acusación se basó en señalamientos contradictorios, asegura
El cónsul en Las Vegas, Víctor Alberto Barreras Castro, cuyo nombramiento fue suspendido por el canciller Marcelo Ebrard, respondió a las acusaciones de haber abusado de una menor de edad cuando se desempeñaba como profesor en una secundaria de Sonora en 2011.
A través de una carta, afirmó ser inocente y por ello no tener “antecedentes penales por ese delito ni por algún otro de ninguna naturaleza”.
“Jamás he cometido delito alguno, mucho menos una agresión sexual como la que describe la nota”.
Explicó que la acusación de haber cometido estupro al abusar de una estudiante de secundaria en Ciudad Obregón, Sonora, cuando se desempeñaba como profesor suplente de inglés “se basó en acusaciones contradictorias, y se desestimó por falta de pruebas. En su momento, la menor supuestamente ofendida reconoció públicamente que jamás habíamos tenido relaciones sexuales”.
Barreras Castro señaló que durante el tiempo que duró el proceso de investigación, en mayo de 2011, colaboró en todo lo necesario para aclarar la situación, “nunca estuve privado de la libertad o prófugo de la justicia, y jamás dejé mis labores profesionales”.
Fue un momento muy difícil, que pensé que ya había dejado atrás, supuse que bastaba con que ante los ojos de la justicia se hubiere acreditado mi inocencia, para que no tuviera ninguna otra repercusión negativa en mi vida”, expresó en la misiva.
Aclaró que al ser un delito grave por el que fue acusado, el Ministerio Público siguió de oficio la investigación hasta agotarla y no encontrar pruebas para consignarla ante un juez.
“Los padres de la menor, quienes presentaron la denuncia poco después reconocieron que se habían equivocado, y ella había mentido, pero precisamente porque se trata de un delito de oficio es falso que yo hubiere reparado el daño o pagado alguna cantidad para que se desistieran de la acusación”.
Pidió respetar el derecho a la presunción de inocencia, “sobre todo cuando como en el caso que nos ocupa, los hechos fueron debidamente investigados y se determinó que no hubo responsabilidad penal de mi parte”.
Fuente: Excélsior
