Bajo influjo de drogas, una madre azotó a su bebé de 11 meses contra la pared en Puebla
El pasado miércoles 25 de diciembre, en plena Navidad, una mujer atacó a su propio hijo de tan solo 11 meses de edad, a un costado del Seminario Palafoxiano, en la Ciudad de Puebla.
Las agresiones ocurrieron alrededor de las 14:00 horas, en la calle Albert Einstein de la colonia Joaquín Colombres, cuando un grupo de transeúntes sorprendió a la mujer, identificada como Ana, de 29 años de edad, lanzando a su bebé en varias ocasiones contra la pared en vía pública, dejándolo inconsciente por varios minutos.
Los testigos enardecieron de tal manera que agredieron a la madre, quien se presume se encontraba bajo los influjos de algún narcótico, hasta que lograron quitarle al menor.
Inmediatamente se dio aviso a los servicios de emergencia y acudieron paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) para estabilizar al infante de nombre Johan, quien sufrió trauma craneal y lesiones en la nunca, por lo que fue trasladado de urgencia al hospital General del Norte, de la Secretaría de Salud, donde se reporta grave y continúa bajo observación.
Por su parte, la mujer confirmó a elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla ser madre del menor, por lo que fue asegurada y puesta a disposición en el Ministerio Público.
De acuerdo con el reporte “Panorama estadístico de la violencia contra niñas, niños y adolescentes”, realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas inglés) en México, al menos 6 de cada 10 niñas, niños y adolescentes de 1 a 14 años experimentaron algún método violento de disciplina; y 1 de cada 2 niños, niñas y adolescentes sufrieron agresiones psicológicas.
Entre las principales formas de agresión se encuentran los golpes, patadas y puñetazos en un 56% de los casos; mientras que las agresiones verbales, por su parte, representan el 44 % de los sucesos.
En cuanto a los homicidios infantiles, los adolescentes de 12 a 17 años acaparan el 78% del total de defunciones, siendo este el grupo de edad más vulnerable.
Los estados del país con más homicidios infantiles son Sinaloa, Durango, Chihuahua, Tamaulipas y Guerrero.
A estos datos se suma que, entre mayor es la edad de los niños, mayores son las posibilidades de sufrir algún tipo de violencia grave que atente contra sus vidas e integridad. Esta violencia comprende agresiones físicas, sexuales y emocionales.
Sobre las instituciones públicas que se encuentran bajo la supervisión del estado, estas cuentan con muy poca información que permita conocer cuál es la situación que viven niños y adolescentes en centros de detención, centros de tratamientos de adicciones o centros de asistencia social.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a una vida sin violencia, explotación o abuso de cualquier tipo. Desafortunadamente, en México, el castigo corporal, las agresiones psicológicas y otras formas humillantes de trato se consideran normales y son ampliamente aceptadas, tanto como métodos de disciplina e interacción cotidiana.
Aunque las formas que adopta la violencia en la infancia y la adolescencia son distintas dependiendo del contexto y el grupo de edad, ésta se presenta en los hogares, las escuelas o la vía pública y puede provenir de padres, madres, cuidadores y otras figuras de autoridad.
La Unicef señala que, una vez que la violencia se normaliza y se acepta como cotidiana, los propios niños, niñas y adolescentes pueden incluso agredirse entre sí.
Fuente: Infobae
