OPINIONESOSWALDO CEBALLOS

JAVIER “N”, parte 1

Acaso el peor gobernador del estado de Veracruz, de ser así ¿qué pensar de la persona quien puso a Duarte de Ochoa al frente de una de las entidades más importantes de México? Promesas de campaña sin cumplir, persecuciones políticas, inseguridad insostenible, crisis social, y por su parte: el victimismo. He aquí la primera parte de muchas sobre el que aún se encuentra preso. La historia continuará y este es un libro sin terminar…


Por: Oswaldo Ceballos

En un principio, pensé en titular esta obra como “de la gloria al infierno”, el cual consideraba era el más adecuado para el involucrado.

Sin embargo, ya me habían ganado el nombre. Ni hablar.
Javier “N” parte de la trágica historia del triste exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, una revisión y análisis de su paso por el trabajo público en el que fue cómplice del más grande despilfarro y robo del erario público en toda la historia de Veracruz.

El fin de semana de la detención de JDO, el ambiente en el estado de Veracruz fue extraño, los fieles seguidores del yunismo aplaudieron y vociferaron que fue el gobernador en turno quien tenía el mérito del arresto de Duarte.

Otros, los que eran allegados al duartismo se desmarcaron de inmediato y desconocieron la mano que les dio de comer.

Pero hubo una gran mayoría que dudaron de la certeza de la captura, es decir, la opinión fue que existió un pacto, un acuerdo previo entre el Centro y Javier Duarte.

¿Cómo fue posible que se escapara tan fácil seis meses antes de su arresto?

¿Cómo fue posible que pasara medio año para la localización y captura de uno de los hombres más buscados de México y por quien daban 15 millones de pesos como recompensa?

Más aún, el proceso judicial se plagó de inconsistencias, y los veracruzanos, aquellos que no se decantaron por ninguna de las dos partes, se llenaron de dudas.

Lo que sí es garantía, es el hambre de venganza de muchos, cuánto tiempo pasó para ver al soberbio Duarte tras las rejas, ese morbo tremendo que despierta el tener encarcelado al exgobernador que se sentía intocable, al que fuese el hombre más poderoso de Veracruz y que durante cinco años y medio se codeó con todas las celebridades políticas y disfrutaba de la reverencia de muchos.

Mientras tanto, los Yunes azules, esperaron todos esos años en la oscuridad con paciencia, su momento, ese instante de saborear la venganza.

Lo que nos interesó a muchos era confirmar, cómo era retornado el dinero que este sujeto presuntamente se robó, que supuestamente se robó junto con su camarilla de delincuentes, porque de más está decir que de haber hecho eso no actuó solo.

A todo esto, ¿Cuál era la garantía que en todo ese proceso de “justicia”, no existieran filtros, y que no fue usado de nueva cuenta como bandera electoral y menos como recurso de campaña por parte de Miguel Ángel Yunes Linares para haber colocado en el 2018 a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez en la gubernatura?
Porque hay que recordar la intención de heredar el trono.

Es por ello, que apenas y se había asomado una luz de esperanza para la entidad veracruzana, y es gracias al hambre que hay en el pueblo de justicia, y de alguna u otra forma tiene que entregarle el Gobierno de la República la certeza a los veracruzanos de que habrá recursos públicos, de lo que fue sustraído ilegalmente, para poder generar por fin obra pública, servicios de salud de mejor calidad, mucha mayor seguridad en las calles.

Y es que hoy por hoy, Veracruz fue sumergido en un hoyo gracias a los gobiernos corruptos e ineficaces.

Una de las maniobras más absurdas durante el gobierno de Javier Duarte fue la reforma para que hubiese un periodo de dos años y posteriormente uno de seis, según, para empatar con las elecciones presidenciales del 2018.

Más procesos electorales, más dinero tirado a la basura.

De esta manera, damos un recorrido por el periodo más oscuro en la historia política del estado de Veracruz. El cual, por cierto, debo aclarar, no fue de 6 años, sino de 12, porque esto se fraguó desde el mandato de Fidel Herrera Beltrán, eternamente señalado, pero eternamente impune.

Este trabajo, tiene la finalidad de presentar, recapitular las mentiras que Javier Duarte, auspiciado por Fidel Herrera, dijo desde aquellos años en donde se fue colocando hasta llegar a la candidatura y posterior gubernatura del estado de Veracruz.

No debemos olvidar lo que esta persona le hizo al estado, e insisto, el atraco realizado a la entidad veracruzana no la hizo él solo, tuvo cómplices, y muchos, cientos de personas que aportaron su “granito de arena” para saquear las arcas públicas…

Continuará…

Twitter: @OswaldoReporta

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