Pasión deportivaPuro show

Cuervo solitario mantiene su ritual

Desde 1975 Robert Kraft corre 12.8 kilómetros diarios en Miami; la pandemia no lo frena


En las playas de South Beach, en Miami, hay un hombre casi septuagenario al que nada lo detiene. Le dicen El Cuervo, por los trapos oscuros que utiliza al recorrer los 12.8 kilómetros diarios. Una rutina que mantiene religiosamente desde el 1 de enero de 1975.  El apodo de pajarraco se lo pusieron algunos boxeadores que acudían a entrenar al viejo gimnasio de la calle 5, donde dicen los veteranos que solía asomarse el legendario Muhammad Ali.

Robert Kraft, estadunidense de cabellos largos y torso desnudo, asegura que ni una neumonía anterior ni la actual pandemia del COVID-19 lo pararán. De hecho, es el único ser humano que recorre la playa diariamente con autorización de la policía local, misma que decretó el confinamiento a principios de abril.

Su voz aparece en el Miami Herald, rotativo que ha publicado varios reportajes de este icónico personaje que aparecía acompañado de corredores amateurs. Hoy lo hace en solitario, aunque muchas miradas lo acompañan.

Las autoridades me han permitido correr, siempre que lo haga solo. Quiero dar esperanza a la gente”, comenta El Cuervo, quien agrega: “las únicas huellas que veo son las de los pájaros y las mías. Continuaré todos los días, si Dios quiere, si el mar no tapa la playa y el coronavirus no me atrapa”.

A su edad, Kraft corre diariamente por espacio de dos horas y 15 minutos para cubrir los casi 13 kilómetros. Comenta que dicha distancia la hacía en hora y media, cuando el dolor en sus piernas no era un desafío.

“Lo primero que siento cuando corro es el dolor. Pero una vez que me pongo en marcha, después de tres o cuatro millas, las endorfinas entran en acción y mata el dolor y durante la noche me siento mejor”

Apasionado de la música country, El Cuervo abandonó Nashville para intentar ganarse la vida como compositor. No lo logró. Fue cuando los viejos pugilistas lo conocieron y le cambiaron el nombre por el apodo. Pocos le dicen Robert, pero el mote de El Cuervo lo tiene impregnado en su ser.

Con los boxeadores comencé a correr todos los días durante un año. Lo hice descalzo, a pesar de que en ocasiones me topé con clavos oxidados”. Y, corriendo sin zapatillas en la playa, conoció en 1996 a la mujer que se convertiría en su novia.

Robert hace las cuentas y suma 45 largos años corriendo lentamente un trayecto que sus desnudos pies se saben de memoria. No ha dejado de mover las piernas, como tampoco ha dejado de componer canciones. Dice que acumula más de mil 600 composiciones.

No sabe cuándo se detendrá y menos si el coronavirus se interpondrá en su camino. Él se aleja sobre una playa desierta, mientras sus seguidores y las cámaras de televisión lo cobijan con su sana distancia.

Fuente: Adrenalina

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