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Reconoce la Arquidiócesis la labor del personal sanitario y religioso

La experiencia de confinamiento, ha llevado a fortalecer otras formas de comunicación y acompañamiento


Por: Raymundo León

La Arquidiócesis de Xalapa reconoce y agradece este domingo a todos los médicos,  enfermeras y personal sanitario que atiende a los enfermos en los hospitales; también reconoce a los obispos, sacerdotes, religiosas y laicos que a través de sus múltiples servicios atienden con sabiduría el bien espiritual de los feligreses.

En el comunicado de este domingo, la Arquidiócesis manifiesta que el hecho de que una persona cristiana no pueda por ahora reunirse en los templos católicos para celebrar su fe, no significa que se encuentre desamparado. La experiencia de confinamiento, continúa, ha llevado a fortalecer otras formas de comunicación y acompañamiento. El hogar es ahora también un espacio sagrado para seguir recibiendo catequesis, talleres, celebraciones litúrgicas, oraciones y muchas otras iniciativas que se han estado llevando a cabo gracias a los medios de comunicación y a las plataformas digitales.

Expresa que la experiencia de la Paz que viene de la relación con Dios, el auxilio del Espíritu Santo y la experiencia de la alegría cristiana, son tres realidades que ayudan a mantener a los cristianos fortalecidos para hacer frente a la pandemia del Covid-19. “Esto significa que un cristiano no sólo debe observar medidas higiénicas para no contaminarse, también necesita echar mano del recurso de su fe para salir triunfante ante esta contingencia”, manifiesta

“La Iglesia sigue acompañando a sus feligreses, por eso todos los días celebra la santa eucaristía, mantiene los templos abiertos, sigue ofreciendo servicios en sus oficinas, asiste a los enfermos y promueve la vivencia de la caridad para salir en ayuda de nuestros hermanos más vulnerables. No cabe ninguna duda que durante este tiempo de contingencia, la fe cristiana nos está ayudando a mantenernos de pie y a dar la batalla”, indica el comunicado firmado por José Manuel Suazo Reyes, director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa.

En el comunicado, se recuerda que el 23 de abril pasado, el arzobispo de Xalapa, Monseñor Hipólito Reyes Larios, luego de consultar a su consejo episcopal, envió un comunicado a sus feligreses con ocasión de la declaración de la tercera fase del Covid-19 para complementar las indicaciones de la circular N° 3/2020, del 27 de marzo de este año.

Tomando como elemento iluminador la experiencia pascual de los discípulos, el mensaje del arzobispo resaltó tres elementos importantes que ayudan a todos a ser personas de esperanza en este tiempo de cuarentena que se vive. Estos tres elementos son la Paz, el Espíritu Santo y la Alegría.

“La noche del día de la resurrección, Jesús se apareció a los discípulos que estaban en el cenáculo (Jn. 20, 19-31). Ellos se habían retirado ahí por miedo a los judíos y estaban enclaustrados. A pesar de tener las puertas cerradas, Jesús entró y se puso en medio de ellos. Él los saludó con la Paz, sopló sobre ellos el Espíritu Santo y ellos se llenaron de alegría”, indica.

En lo que se refiere al Don de la Paz manifiesta que Jesús resucitado es el portador de la Paz, más aún, “él es nuestra paz” (Ef. 2, 14) porque él nos ha reconciliado con Dios. Los discípulos estaban en una situación de inquietud, de preocupación y de miedo; luego de saludarlos, Jesús les mostró la fuente de la paz: “él les mostró las manos y el costado”; es decir, sus santas llagas. Esto nos recuerda que la pasión del Señor Jesucristo es lo que ha traído a todos el Don la Paz. También, en este tiempo de contingencia sanitaria cada quien necesita estar en paz y reconocer que la verdadera paz sólo la ofrece la relación con Jesucristo y por eso debe fortalecerse.

El segundo elemento, indica el comunicado, es la fuerza del Espíritu Santo. Gracias a la Resurrección de Jesús, cada cristiano también ha recibido el soplo del Espíritu Santo en el momento de su bautismo. Por medio de su Espíritu, Dios no abandona nunca, porque es un Padre providente, él acompaña y fortalece por medio de su Espíritu Santo. Esto recuerda siempre aquellas palabras de la Sagrada Escritura: “no tengas miedo, yo estaré contigo” (Is. 41, 10).

En lo que se refiere al Don de la Alegría, la Arquidiócesis de Xalapa expresa que gracias al soplo del Espíritu Santo, los discípulos enclaustrados en el cenáculo, experimentaron una hermosa transformación, pues junto con la Paz, Jesús resucitado les hizo experimentar el Don de la Alegría” (Jn. 20, 20). “La alegría cristiana no se reduce a una emoción positiva, es fruto de reencontrarse nuevamente con el Señor resucitado. Este reencuentro se realiza al escuchar su santa Palabra, hacer oración, participar en los sacramentos y vivir la caridad”, refiere.

Fuente: Excelsior

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