Golpes con causa; el boxeador David Picasso tiene espíritu altruista
El estudiante de Física de la UNAM espera que la emergencia sanitaria le permita pelear el 20 de junio
Levantarse a las 4:30 de la mañana, salir a correr a la Alameda, entrenar desde las 5:00 hasta las 7:00, regresar a casa para desayunar y bañarse. Luego trasladarse en metro a la Universidad Autónoma de México, donde realiza sus estudios. A las cuatro de la tarde retornar de Ciudad Universitaria para volver a entrenar y finalmente, terminar el día haciendo tarea.
Antes de la pandemia por el coronavirus, así fue la rutina de David Picasso, campeón interamericano de peso pluma y supergallo y estudiante del cuarto semestre en la carrera de Física.
“Había veces que ya no veía mucho la tele”, confiesa David en una videollamada.
La vida del apodado Rey ha transcurrido de forma acelerada. A los dos años, ya había ingresado al kinder para “calmar su hiperactividad”, a los cuatro ya sabía leer, a los ocho empezó a boxear, a los 16 se hizo profesional y a dos meses de cumplir 20 puede presumir un récord invicto de 14 peleas ganadas, cinco de ellas por la vía del nocaut.
“Mi mayor miedo es no poder moverme o quedarme encerrado en algún lugar para siempre”, contó.
A pesar de su edad, Picasso tiene un plan de vida definido. Su intención es pelear hasta que pueda abrir una escuela y una empresa de ciencia y tecnología en el suroeste del país “para generar trabajo” y que “las personas tengan más oportunidades en el ambiente académico”.
“Si no vives para servir, no sirves para vivir. Si yo gano algunas cosas, tengo que agradecer a la sociedad. Ese estigma que tenemos los boxeadores de derrochadores o violentos con todo el mundo, hay que cambiarlo”, indicó quien se inspira en las luchas sociales de Muhammad Ali y Manny Pacquiao.
Si la emergencia sanitaria lo permite, Rey Picasso volverá a subir al ring el 20 de junio contra un rival por definir, en una función a puerta cerrada. Asimismo, en julio sabrá si es elegido para la carrera de neurociencias en la UNAM, misma con la que pretende complementar la de física.
Fuente: Excélsior
