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Hacen ritual al dios del Sol en Perú rogando fin del coronavirus

En la ciudad de Cusco se realizó un ritual al dios del Sol para pedirle que acabe con la pandemia de coronavirus


Un ancestral ritual inca al dios Sol, que se repite cada 24 de junio en la ciudad peruana de Cusco, se realizó este miércoles sin el acostumbrado público de turistas y locales debido a la pandemia, e incluyó el particular pedido a la deidad de que erradique el coronavirus.

La festividad del ‘Inti Raymi’ (fiesta del Sol), que se remonta al imperio inca que floreció en los siglos XV y XVI, fue reintroducida en 1944.

La celebración congrega cada año a más de 80 mil personas en Cusco, la capital del imperio Inca (sureste de Perú).

Este año, sin embargo, el público solo pudo participar de la ceremonia por medio de la transmisión por redes sociales.

El ritual se desarrolló como es costumbre en el templo de Coricancha, en la plaza Mayor de Cusco y en la fortaleza de Sacsayhuamán, a dos kilómetros de distancia, pero con la participación de una cantidad reducida de actores.

El acto central fue el simbólico encuentro del Inca (el emperador) con el dios Sol en la ceremonia “Onqoy Mit’a”, que significa “en tiempos de enfermedad” en quechua.

El Inca invocó al Sol para que intercediera en la sanación de la madre tierra o ‘Pachamama’, y que erradicara el flagelo del coronavirus del planeta. Además, le pidió que haya alimentos, salud y bienestar, mostraron las imágenes transmitidas por Facebook.

Poderoso padre Sol, tus amados cabellos de oro, envíanos para que termine el dolor en el mundo, te lo pedimos de rodillas”, rogó un sacerdote inca, otro de los personajes.

Los pueblos lloran con tiempos de enfermedad. Está matando a niños y adultos”, añadió otro sacerdote en la ceremonia, en la que se quemaron hojas de coca y palo santo.

Fernando Santoyo, de la Empresa Municipal de Festejos del Cusco, que organiza la ceremonia, dijo que este año el ritual estuvo dedicado a pedir que cese el “daño que le hace la humanidad a la Tierra y a la vez pedir que el dios Sol erradique este terrible mal”, en referencia al coronavirus.

Por la pandemia, solo participó una decena de actores, entre ellos el Inca y la Coya (su mujer), junto a un séquito que incluía a sacerdotes andinos.

Los actores respetaron los protocolos de salud para prevenir contagios del virus, según los organizadores.

En otra parte del ritual, en la explanada de la fortaleza de Sacsayhuamán, al Inca lo esperaron en trajes multicolores ciudadanos de los cuatro “suyos” del Tawantinsuyo (las cuatro regiones del imperio inca).

Usualmente, unas 3 mil 500 personas pagan hasta 150 dólares para ver el espectáculo desde unas graderías, pero además la fiesta suele congregar a unas 80 mil personas en los cerros que rodean a la fortaleza donde se desarrolla el acto.

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