Mi primera dosis
Por: Oswaldo Ceballos
Tuve muchas dudas cuando supe que ya me tocaría la vacunación contra el Covid-19, la más grande era: ¿A qué hora tengo que ir? Claro, como cualquiera de todos nosotros yo no quería esperarme las horas enteras allí.
Así que primero planee acudir muy temprano, a eso de las seis de la mañana y esperar hasta las 8 cuando en teoría iban a comenzar a vacunar. Sin embargo y como muy raras veces me pasa, tuve una epifanía, opté por no precipitarme y mejor acudir cerca de la hora de inicio.
Esa duda me sobrevino ya que en las ocasiones donde por cuestiones reporteriles estuve cubriendo la vacunación, principalmente en adultos mayores, observé cómo la logística fallaba.
Pero hoy les puedo decir que de los errores se aprende, y el proceso para vacunarse es mucho más ágil y mejor estructurado.
Diez minutos antes de las ocho de la mañana llegué y me formé, quizá habrían delante de mí unas 15 personas, pero ya habían comenzado a pasar aquellos que llegaron antes.
En el interior del gimnasio Omega en Xalapa, estaban alrededor de 100 personas entre 30 a 39 años de edad que pasarían primero que yo.
Así, en la entrada me solicitaron mi credencial de elector donde se refleja mi dirección y la ciudad donde radico. Entré y luego de seguir instrucciones para saber en qué asiento colocarme a los pocos minutos se acercó un chico para entregarme una hoja de consentimiento para la aplicación de la vacuna.
Después me entregaron un pequeño papel donde vienen los requisitos para la aplicación de la segunda dosis.
Por cierto, soy del grupo Sinovac, la vacuna china de la cual espero que todos esos rumores sean falsos y se trate de una inoculación de lo más chingona posible.
En fin, ahora viene lo interesante ya que comienza la evaluación médica… Miden la frecuencia cardiaca y la saturación de oxigeno además de la temperatura corporal además de preguntarte si eres diabético, te estás medicando en este momento y con qué, eres alérgico a algún medicamento, etcétera.
Tras ello, anotarán “verde”, “amarillo” o “rojo” que te servirá de referencia para cuando ya hayas sido vacunado.
Los allí presentes comenzaron a pasar a los módulos a eso de las nueve de la mañana, pidieron los organizadores tener a la mano la documentación para no demorarse en ese proceso. Yo estuve sentado a las 9 con 12 minutos, me explicó la enfermera qué me iba aplicar y cuánto me aplicaría.
De ahí, a colocarse en observación, aquellos que tuvimos un diagnostico verde esperaríamos 10 minutos, los de amarillo 15 minutos y los rojos hasta media hora.
Uno de mis mayores temores era que me dieran ganas de ir al baño y así paso desde las 8 con 10… finalmente una hora después pude acudir al mingitorio.
Me dijeron que las reacciones podrían ser: malestar general, dolor de cabeza o fiebre. De ser así, solo tomar paracetamol y ya, si persiste esto durante más de tres días, debería acudir con mi médico.
Y eso fue todo, sin más aspavientos y sin demoras.
Ahora, a esperar la segunda dosis.
