La tradición de “El viejo” nació en el puerto de Veracruz, en un conflicto laboral en los muelles
Por: Mario Rafael León
La tradición de “El viejo” se hizo presente una vez más en Xalapa y oras ciudades del estado.
Desde temprana hora, grupos de jóvenes se dieron a la tarea de despedir el año con el personaje que es una tradición propia de Veracruz. Bailando y cantando dejaron constancia de que un año más se va y se espera la llegada de otro.
“Una limosna para este pobre viejo…” se escuchó decir en varias pates de la ciudad. Unos grupos no llamaron la atención de los transeúntes por la simplicidad de su atuendo y música y porque introdujeron máscaras que no tienen relación alguna con la tradición.
Otros en cambio, se ganaron la admiración y algunas monedas de quienes los presenciaron por que se apegaron a la tradición de “El viejo”.
En su cuenta de redes sociales, el Archivo General del Estado de Veracruz ofrece información muy interesante acerca de “El viejo”.
La tradición de “El viejo” nació en el puerto de Veracruz, la cual tuvo origen en un conflicto laboral en los muelles, cuando trabajadores del mismo iniciaron un movimiento de inconformidad porque los administrativos de las aduanas se quedaban con la mercancía que nadie reclamaba.
Tras esto, surge el líder del movimiento, un señor de apellido Bovril, quien exigía el reparto de la mercancía y una gratificación anual, mejor conocida como aguinaldo. Bovril se manifestó haciendo ruido y escándalo afuera de las casas de los directivos, por lo cual fue apresado. Sin embargo, sus compañeros decidieron nuevamente salir a la calle a hacer ruido con sartenes y otro tipo de utensilios, ahora con la intención de recolectar dinero y así poder sacar a Bovril de la cárcel.
Un año después, los trabajadores del muelle de Veracruz repitieron este acto saliendo a las calles, pero esta vez vestidos de viejitos, acompañados de tambores, latas, guitarras, panderos y demás instrumentos. Desde entonces, cada año en fechas de Navidad, un grupo de personas, se viste de viejitos y sale a las calles a pedir aguinaldo de forma alegre.
La tradición de “El viejo” también se caracteriza por sentar en el frente de las casas un muñeco hecho de ropa vieja, relleno de papel o aserrín y cohetes. Éste representa el año que termina, se le prende fuego haciendo que exploten los cohetes y así despedir al año.
